Atlético Marte puso fiesta, goles, lucha y además buen fútbol. Para quienes lo vivimos en primera fila definitivamente fue un partido entretenido y alegre, aunque únicamente se marcaron dos goles, la vistosidad del encuentro radicó en la verticalidad y dominio de juego que impuso el conjunto marciano por sobre el ímpetu de los jugadores del Chalatenango.
Desde el pitido inicial se antojó un encuentro abierto, con juego ofensivo pero con dominio del local, que en resumidas cuentas mostró una plantilla joven, con muchas ganas por hacer las cosas bien pero con la concentración de saber que en sus espaldas recae la responsabilidad de hacer valedera la compra de la categoría en primera división, quizá, hasta cierto punto una carga extra, viéndolo desde afuera de camerinos y de la misma organización del club.
Chalatenango por su parte, no estuvo solo, llegó acompañado de un buen número de aficionados, que apostados en sol general en su mayoría apoyaron a su equipo para que intentara conseguir su primera victoria del campeonato. Atlético Marte por su parte, estaba obligado a demostrar que la victoria en Santa Ana la fecha anterior no era un espejismo, sino que, augura un buen camino en el presente torneo.
El conjunto marciano llevó la batuta del encuentro, encarador y dominador, le bastó muy poco para abrir el marcador, tras un balón colgado al área producto del cobro de una falta, que fue cabeceado por Kenny Lemus, quién, valiéndose de su altura, envió el balón al fondo de la red para marcar el primero para su equipo. El marcador era justo por lo que hasta ese momento había intentado el Marte.
Chalatenango pareció salir del lapsus ocasional tras el gol y buscó la forma de abrir el cerrojo marciano. Casi sorprende tras una falta ocasionada por Lemus, quién en un intento por salir jugando de lujo perdió el balón en la salida y se vio obligado a cometer falta para evitar el tanto del empate. El posterior cobro del tiro libre se fue unos centímetros arriba del travesaño marciano.
El ímpetu del encuentro bajó en sobremanera, mientras Atlético Marte manejaba el esférico, Chalatenango no tenía las formas, y las maneras de buscar el gol eran insuficientes, les faltaba fútbol y profundidad, pero no fue sino hasta cerrada la media hora del encuentro, que el acoso norteño se hizo sentir, estuvo prácticamente siete u ocho minutos encerrando al Marte en su propia área, con tiros de esquina hasta que por fin el local logró sacar agua del pozo para poder salir de su reducto.
Para la segunda mitad, Chalatenango propuso, y se vio incluso mejor en sus llegadas, más en parte por la garra y corazón que por fútbol, pero aún así, complicaba a la zaga marciana, aunque muchos de sus intentos fueron infructuosos ya que Marte estaba muy bien parado en defensa y lograba destruir los ataques de la visita.
Parecía que el Chalate podría conseguir más, pero la expulsión de Henry Reyes al minuto 65 condicionó de sobremanera el accionar visitante, perdió mucho empuje y se vio más vulnerable en las contras, producto del adelantamiento de sus líneas para intentar encontrar el empate en el luminoso.
Así, en esos términos, Marte ganó profundidad, y estuvo cerca de anotar el segundo. Se lo perdió Léster en una contra, un balón filtrado lo dejó solo ante el arquero Chalateco, pero su salida evitó que el jugador marciano aumentara la ventaja.
Edwin Sánchez se encargaría de poner punto y final al asunto. Amaya sacaría un misil que se estrellaría en el palo chalateco y el balón le cayó a Sánchez quien definió a placer para poner el 2-0 definitivo.
Marte se presentó con una victoria como local, la segunda consecutiva y con la sensación que este equipo tiene para más en el presente torneo.
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