Águila inició un nuevo camino hacia la redención. Ante Dragón en el derbi migueleño, apenas y logró sacar la victoria por la mínima ventaja, gracias a un penal bien ejecutado por Nicolás Muñoz cuando el encuentro estaba para vista de sentencia con un empate en el marcador.
Poco fútbol y más garra, así podría definirse el encuentro que disputaron mitológicos y emplumados con el fin único de ser el ganador en el derbi de la ciudad de San Miguel. Pero el guión del partido se desarrolló en un querer y no poder por parte de ambos equipos que a pasar de buscar el marco contrario el gol tardó demasiado en llegar, y lo hizo desde el punto de penal.
Para Águila fue un encuentro demasiado largo, ya que la expulsión de Eder Arias condicionó enormemente las aspiraciones aguiluchas por buscar la ventaja desde muy temprano, aunque en el desarrollo del encuentro, este factor le pesó más a Dragón que al cuadro negronaranja.
Si jugar con un hombre menos siempre es desventaja, en este caso fue la excepción. Águila jugó mucho mejor con un hombre menos, desdoblaba en delantera, jugaba por bandas, presionaba e incluso, se daba el lujo de ser apresado en el contragolpe mitológico, pero éstos nunca encontraron la llave ni la eficacia para poder sorprender al emplumado.
Águila tuvo un enorme mérito para quedarse con la victoria, remó contracorriente y aguantó cuando Dragón se le vino encima, cosa que por diferentes tramos del encuentro, daban visos que eran los verdolagas quienes encontrarían la ventaja.
Correia y los suyos, supieron manejar los hilos pero también, fue en los minutos finales de la segunda parte cuando más cerca del gol estaba que los mitológicos.
Así, en un avance por banda derecha, el balón filtrado dejó posicionado a Nicolás para definir, pero una falta fue sancionada como penalti a favor del negronaranja.
Nicolás no desaprovechó y marcó el gol que a la postre significó la victoria. Águila conseguiría sus primeros tres puntos, pero con la necesidad de mejora, esa, que sólo el recorrido en el torneo podrá otorgar.