De la mano del Kun Agüero y Lío Messi, la Argentina se estrenó en la Copa América, intentando hacer válido el favoritismo del que goza, después de haber terminado como subcampeón en el Mundial de Brasil el año anterior, pero ante sí, tenía no sólo la urgencia de renovarse como potencia y lavarse la cara por la durísima y fea participación en la última edición de la Copa que se celebró, precisamente en la Argentina.
La Serena fue testigo de la ambición y de la autoridad que impuso la albiceleste en el primer tiempo, donde tuvo todo a su favor para plácidamente hacerse con la victoria. Un 2-0 de libro, con goles de Agüero y Messi, que parecía al minuto 36 tener resuelta la vida y la victoria en el bolsillo.
Argentina tuvo por sí, la imperiosa necesidad de acomodarse, quizá, arropado por una victoria, extensa si se quiere para la selección paraguaya que intentaba remontar, pero a su vez, demasiado corta para los de Martino. Y es que, en el fútbol, este resultado es uno de los más fácilmente remontables.
A pesar de la superioridad que por momentos mostró la albiceleste, el conjunto paraguayo se retrasó y en ocasiones le cedió el dominio del encuentro y del esférico, retrasando sus líneas hasta meterse en la cueva, y de ahí partir para buscar una contra, como referencia a Santa Cruz o Haedo Valdéz.
Precisamente Valdéz, fue el autor de un golazo para los paraguayos, el 2-1 que motivó y encendió a los del “Pelado” Díaz. Un remate desde la entrada del área, encontró fuera de posición a Romero, quién poco y nada pudo hacer para evitar la trayectoria de gol del balón.
De ahí en adelante, los paraguayos se encendieron, vibraron y buscaron el empate, pero antes, Messi, Di María o el mismo Pastore las tuvieron claras para ampliar la ventaja, pero el arquero Silva se revolcó en el césped una y otra vez para mantener a flote y con vida a su selección.
La ida y vuelta era de locura, en la que parecía que tanto para uno o para otro, el camino de gol estaba cerca, pero éste, finalmente fue encontrado por Lucas Barrios, irónicamente argentino nacionalizado paraguayo, que logró empatar el encuentro y sacarle los colores a Martino y a los suyos. En tiempo de descuento encontrarían el empate, y suerte tuvieron los argentinos tras una contra y un remate que pasó demasiado cerca del palo lejano de Romero.
Al final, el empate fue justo y deja con dudas a los de Martino y con nota mínima de aprobación a los de Ramón Díaz.