Dos equipos, que similares en la elaboración del juego pero diferentes en su ejecución batallaron durante 120 minutos, por definir, uno la supremacía en los últimos torneos al intentar sumar su cuarto titulo en forma consecutiva, y otro por marcar en la historia del fútbol salvadoreño, su primera corona en la liga mayor.
Santa Tecla y Metapán, de lejos, los mejores y más regulares que tuvo el torneo se enfrentaron para definir al campeón del Clausura, ante un marco aceptable de aficionados que animaron de principio a fin a su equipo mimado.
En la antesala, el encuentro se planteaba con igualdad entre ambos, por lo visto en el torneo y por lo mostrado en la etapa de semifinales. Metapán por una parte, llegó al solventar su eliminatoria ante FAS con global de 2-1, mientras, Santa Tecla, doblegó a Juventud Independiente con un global de 6-4, pero con el plus de haber ganado en Opico, terreno, hasta ese encuentro, imposible para la escuadra tecleña.
Los tecleños se mostraron con mas ganas y corazón, la motivación en algunos casos prevalece so re la experiencia, Metapán fue la víctima en este apartado. Si Santa Tecla quería coronarse, debía hacer todo lo mejor posible, concentración al máximo, pero en lineas generales, ser eficaz y efectivo y traducir su dominio en goles y en mantener a raya a su rival.
Metapán por su parte, apelaba a su experiencia, al oficio y a su gran bagaje en estas instancias, pero si algo esta claro, es que en la cancha, ni la historia ni los números juegan a favor o en contra de nadie.
A Metapán parecía que el encuentro era uno más, con calma pero con el juego directo que le caracteriza a la hora de buscar el gol, Santa Tecla en cambio, se mostró con muchísimo oficio para transitar con el balón y estructurar su juego, durante gran parte del encuentro prácticamente se paseó con el balón, emulando el vistos juego que le caracteriza, apertura por bandas y control del mediocampo, ahi estuvo la clave para los de Escudero, que hicieron de la posesión su mejor arma, Metapán simplemente se limitaba a pivotear con Ramos o buscar un despiste a la espalda de los zagueros.
Santa Tecla golpeó primero. El gol de Maldonado madrugó a todos, por su concepción y por su ejecución. El 1-0 que sorprendía a propios y extraños pero que hacía justo el guión del encuentro. Los tecleños con mejor orden y claridad de ideas y juego, encontraron los puntos débiles al equipo de Rodríguez.
Metapán apretó pero los,tecleños salían airosos a los embates, pero en el desdoble ofensivo, tambien llevaron serio peligro, como el remate al palo izquierdo de Henry Hernández cuando el segundo tiempo recién comenzaba. De ahí en adelante el cuadro Calero mereció el empate, lo buscó sin tener recompensa, hasta que tanto va el cántaro a la fuente, que conseguirían el empate. Era el minuto 82 y el gol de Ricardo Ulloa emparejaba las cosas y por un momento parecía que el encuentro daría un nuevo giro, pero el alargue fue necesario.
Durante treinta minutos más, ambos equipos intentaron, pero el cansancio era notorio y la frescura de piernas era ya ausente, y la lotería de penales haría justicia.
Allí donde un fallo es contraproducente, Santa Tecla inició fallando, a sabiendas que cinco de las diez coronas de Metapán llegaron por esa vía. Pero como dije antes, la experiencia no siempre premia. Dubón y Ramos fallaron por el equipo Calero mientras Ricardinho y Rivera fallaron por Santa Tecla. Juan Barahona fue el encargado de tirar el penal que le daba la corona a Sants Tecla, y no falló. Su remate fue inatajable para Hernández y así Santa Tecla lograba el primer título de su historia en primera división.
Santa Tecla es un digno campeón.