La Juventus hizo un retorno triunfal a las semifinales de la Champions League, al imponerse con autoridad al Real Madrid por 2-1 en el encuentro de ida disputado en el Juventus Arena, con una recaudación que casi llegó a los 3 millones y medio de euros, una muestra de la importancia que este encuentro revestía para la vieja señora del calcio.
Más de alguno de los iluminados se llenó los bigotes anunciando que la Juventus era la cenicienta entre los cuatro semifinalistas, quizá a voz de la ignorancia o que del Calcio no tiene ni la menor idea, lo cierto es que más que cenicienta no fue ni lobo disfrazado de oveja, sino que, puso el puño sobre la mesa y con un golpe de autoridad despachó al Real Madrid de Turín con una derrota bajo el brazo, misma que pudo haber sido con mayor diferencia en el marcador.
Para la Juve era crucial marcar temprano, y en habidas cuentas, el que marca en los duelos a doble partido tiene muchas más opciones de seguir por el camino. Lo sabía Allegri y por eso y sabiendo que un minimizado Real Madrid a causa de las lesiones ofrecería mayores ventajas en algunos sectores de la cancha, sobre todo por lo poco habitual que esos jugadores estaban, tanto a su posición como a la titularidad. Ramos por ejemplo, fue un coladero en la zona media, y durante todo el encuentro ofreció más seguridad a los locales para entrar con confianza que a sus compañeros como un seguro de garantías.
Tévez y Morata fueron unos rayos, principalmente el español, ex-madridista que mostró a Ancelotti lo equivocados que estaban al deshacerse de sus servicios, y que, cansado de esperar por minutos, optó por coger las maletas y zarpar hacia la Serie A. Con la Juve tuvo sus más y sus menos, pero logró a base de mucho trabajo y goles, ganarse la titularidad. Motivadísimo y enchufado batió a su ex equipo, quizá para pesar suyo por su pasado, pero motivación extra a sabiendas que cada gol marcado es una llave más que abre la puerta a la gran final de Berlín.
El Madrid, tambaleante y con la delantera perdida, logró recuperarse del primer golpe, cogió el cuero y se enfundó el escudo en una mano y en la otra la espada y fue a por el empate. Cristiano marcó con Buffón entregado, ante una defensa fantasmagórica, superados, entregados y ausentes. El tanto del portugués caló fuerte en las ganas y en el empuje bianconeri, el conjunto blanco gozó de sus mejores momentos, pero fue incapaz de llevar más peligro y concretar.
Tévez, que es como un cuchillo en medio de los dientes, dirigió una contra de libro, pero cuando el camino se le terminaba, Carvajal metió el pie, penal y la posibilidad de irse con ventaja. El argentino hizo justicia por su cuenta y cambió penal por gol, el 2-1 daba más seguridad y era la ventaja, mínima, pero ventaja al fin y al cabo.
El Real Madrid siguió probando suerte, pero se quedó en blanco, la Juve en cambio, hizo lo que mejor sabe, defender el resultado, algo que los italianos adoptan como manual y que, hizo prácticamente imposible un empate.
Así, el encuentro llegó a su final y la Juve asesta el primer golpe a sabiendas que un 1-0 en contra en la vuelta clasifica al Real Madrid. El Bernabéu dictará sentencia, pero mientras, la Juventus dio un importante paso en su intento por volver a una final de Champions League.