Final anunciado. Águila se quedó fuera de semifinales al empatar 1-1 con Alianza en el Barraza, en el que sería el último juego de la temporada regular para ambos equipos, y en el que, el negronaranja debía ganar sí o sí y esperar el resultado entre Juventud Independiente y FAS, para, al menos, poder forzar un partido de desempate para conseguir un boleto a semifinales.
No cumplió. Águila no hizo suya la meta de conseguir una victoria y esperar por la combinación de resultados, volvió a su mal andar y jugando como local, apenas y logró un empate que de muy poco sirvió, para sus aspiraciones.
Y es que, quedarse fuera de semifinales cuando el torneo anterior fue subcampeón, sabe muy amargo, y si a ello se le suma que este torneo, la plantilla y sus refuerzos contaban con el crédito necesario para ser aspirantes al título, la palabra adecuada es FRACASO.
La suma de todos los males se consumó ante Alianza, donde se suponía que al menos, por orgullo, Águila lograría algo más que un empate, independientemente que tuviera que depender de otros resultados, su obligación era una sola, ganar.
Para cerrar con broche de oro la temporada, los técnicos, los hermanos Valdés, no seguirán con Águila, según confirmó el presidente, Pedro Arieta, quién confirmó que los panameños interpusieron su renuncia hace tres semanas, pero a petición suya, finalizaron el torneo. Ahora, la consigna es clara, buscar un técnico nacional es prioridad, salvo que se agoten las instancias y no haya luz en el horizonte irán por un extranjero.
Águila se quedó sin semis, y con ello desaprovecharon una de las mejores plantillas con la que contaban este torneo.
