Lo de Águila en esta segunda vuelta raya en lo ridículo. Dueño de la cima de la tabla en la primera vuelta, terminará el torneo con una decepción más, no quizá para los jugadores, pero si tal vez para los aficionados. Quizá, lo mejor de todo es que el torneo haya terminado el día de ayer, derrotados en el derbi y con esa sensación que poco y nada se hizo para revertir la pésima parte final del campeonato.
Si Águila espera un milagro en la última jornada para clasificar a semifinales, creo yo que ese milagro ocurrió el día de ayer, pero que no supieron aprovechar. La UES jugó para Águila al empatar con FAS y dejarlo a un punto de distancia; pero de toda la jornada, la clave estaba en el Alianza ante Juventud Independiente, encuentro que terminó con victoria de los albos y bajó a los de Opico del cuarto puesto, situación que de ganar, Águila estaría arriba y con la obligación de derrotar a Alianza en la última fecha, pero esto último quizá se dé o quizá no, pero ni aún así a lo único que podría aspirar podría ser al repechaje, y aún no lo veo muy claro que así pueda ser.
Águila desaprovechó la opción de poder meterse en la pelea de un boleto directo sin necesidad de más trámite, solo ganando podría haber evitado este fin de torneo dramático y a la vez lleno de interrogantes sin respuestas. Pasar toda la primera vuelta en los primeros puestos, para derrumbarse en picada en cuestión de 9 jornadas es simplemente increíble.
El fracaso está cerca de consumarse inevitablemente, pero siempre quedarán la espina guardada que este equipo, con estos jugadores estaba para ser campeón, lamentablemente, quizá ni ellos mismos se dieron cuenta del potencial que atesoraron este torneo al vestir la camisa de Águila, o tal vez si.