El equipo de Pep Guardiola dio una clase magistral de cómo se debe remontar un marcador adverso, y aunque el 3-1 en contra de la ida no era ni de lejos un resultado imposible de revertir, en Champions y en los encuentros de eliminación a ida y vuelta, los goles en contra también juegan, y a eso estaba expuesto el Bayern, a marcar y a evitar que los portugueses le marcaran.
Desde el minuto 1 el Bayern se volcó encima del arco del Porto, a sabiendas que un gol temprano siempre es garantía de un desbalance táctico del rival, y a ésto apeló el conjunto alemán. Si los errores en la ida le pasaron factura esta vez, la diferencia entre uno y otro fue la contundencia y la calidad hombre por hombre, y sin menospreciar a los portugueses, la maquinaria alemana y su fiabilidad fue simplemente superior.
El Porto no aguantó la presión y esto era posible, tampoco logró llegar con peligro al arco de Neuer, de esto se encargó el equipo completo. La imponente y contundente superioridad de los alemanes contrastó con la necesidad de cuidar el resultado de los portugueses, que tampoco contaron con la capacidad para resistir la tormenta, y es que, si el equipo de Guardiola estaba plagado de suplentes en la ida y en la vuelta, los de Lopetegui también tuvieron bajas en la vuelta, y quizá a quienes más le pesó esas ausencias, fue precisamente a los portugueses, que sin sus laterales, con más alma de delanteros, se quedaron huérfanos en ataque y tan solo Jackson Martínez fue capaz de maquillar el resultado y poner a tiro de locura en encuentro al perderse el segundo y dejar así, la eliminatoria más favorable para los visitantes.
El Bayern fue efectivo y eficaz a la hora de marcar, necesitó 45 minutos para demostrar que ni muertos ni perezosos, más bien, producto de sus propios errores, dieron vida al Porto en la ida. Ahora, un 5-0 magistral en la primera parte, prácticamente sentenció la eliminatoria sin excusa alguna, y aunque el gol portugués sirvió más para la honra, Xabi Alonso, de quien se gestó uno de los goles a favor del Porto, tuvo su venganza al anotar el sexto de los alemanes y poner punto y final y el sello al boleto que lo llevará a semifinales.
El Bayern, favorito de siempre, presenta nuevamente su candidatura, después de dejar media vida en Lisboa, volvió como los grandes, con un golpe en la mesa que lo posiciona como uno de los rivales más fuertes a vencer.