Si, el dinero compra de todo, menos fútbol. El Manchester City, un equipo plagado de dinero por donde se le vea, es ahora, un equipo más, que ha logrado escalar a la jerarquía de la Premier y que, a base de billetera construyó un imperio en forma de estadio y confeccionó una plantilla, en el que los nombres terrenales no tienen cabida, y los contratos millonarios y jugadores deseados por media Europa son estrellas, pero que al juntarse, pasa lo que pasa.
Los de Pellegrini, confirman una temporada más, que por mucho dinero que se le inyecte en millonarios fichajes, el fútbol que se espera, está lejos de llegar o al menos de explotar. Da lo mismo que en tu esquema titular esté Agüero, Touré, Silva, Dzecko, Nasri, Zabaleta, Kompany, Hart, entre otros y sólo por mencionar algunos, todos ellos seleccionados nacionales y parte del amplio cartel de estrellas que rondan en la Premier League, pero todos ellos concentrados en un solo equipo, el Manchester City.
Los citizens nuevamente fueron vapuleados, esta vez por su vecino y rival, el Manchester United, que con un categórico 4-2 hizo poner de una vez por todas punto y final -si acaso- a la maltrecha temporada de Hart y compañía, y dejaron tras de sí el mote de favorito para agenciarse la Premier, y alejarse mucho más de la punta de la clasificación.
Con cuatro salidas al hilo traducidas en derrota, el City asume su segunda peor racha como visitante desde 2006 donde hilvanó 7 caídas consecutivas, cifra que le sirve para reafirmar su irregularidad en la parte alta de la temporada, esa misma circunstancia que se le achacá año tras año al equipo celeste de Manchester.
Ahora, sin posibilidades -salvo catástrofe de los otros y redención propia- el banquillo peligra, la cabeza de Pellegrini pende desde hace ratos de un delgado hilo y con su salida es más que probable que la larga lista de estrellas también busquen nuevas banderas. Así, el City podría incluso quedar fuera de Champions League, ese torneo por el cual confeccionaron esa plantilla millonaria, con dinero, porque de fútbol, nada.