Para muchos trabajadores, el bienestar económico es sinónimo de estabilidad y sirve en todos los aspectos de la vida, por ello, el hecho que trabajes por un sueldo, pero que a fin de mes o según la forma de contratación no lo recibas, lo normal es que falte la motivación y el deseo por hacer el trabajo para el cual te han contratado.
Los jugadores de la UES son un ejemplo en cuanto a las ganas de hacer bien las cosas a pesar de no percibir su salario, y que, de momento sobreviven con una promesa de pago. Y es que, la victoria ante Águila es un fiel reflejo que cuando se quieren hacer las cosas bien, no importan los factores externos que puedan servir de obstáculo.
Podría decirse que los jugadores universitarios hicieron uno de los mejores encuentros del torneo, una victoria clara y sin excusas, en la que dejaron helada la sangre del conjunto emplumado a quienes sacaron de la zona de clasificación y cuyo resultado incluso, le sirvió al cuadro académico para alejar los fantasmas del descenso.
Quizá de todo, es que esta victoria les posiciona para matemáticamente poder acceder a semifinales, probablemente, uno de sus objetivos al inicio de temporada, pero que poco a poco fue esfumándose. Ahora, el torneo le da otra oportunidad, y todo gracias a que antepusieron el corazón en la cancha y prevaleció el amor por el equipo y por el resultado por sobre lo económico. Eso aún sigue en deuda.