Águila dio un paso en falso en la jornada que cerró la primera vuelta del Clausura al caer ante Alianza en un Estadio Cuscatlán pletórico y ruidoso, ante un buen marco de aficionados que se hicieron presentes para disfrutar de un entretenido encuentro entre albos y aguiluchos, los primeros con serias urgencias de alejarse de la zona baja de la tabla y los segundos, intentando recuperar el liderato perdido el sábado por la noche a manos de Juventud Independiente.
Alianza fue ofensivo desde un primer minuto, ante un Águila que jugó con su once de gala, Dely Valdés no hizo modificaciones por tercera vez en forma consecutiva, y aunque dejó más adelantado a Baires, el esquema no ofreció las garantías en el mediocampo, precisamente ahí, donde el cuarto de máquinas del conjunto blanco se dio un banquete a expensas de un destartalado motor aguilucho que le costó durante todo el encuentro sentirse cómodo.
Comodidad precisamente, lo que si mostró Alianza, que desde un inicio fue un puñal punzante por los costados aguiluchos, donde constantemente ofrecía peligro y las llegadas eran seguidas. El mediocentro, muy poblado por cierto, tuvo una de sus mejores tardes, y es que el conjunto albo salió decidido a comerse a Águila, muy retrasado y partido en el medio, sin poder encontrar el equilibrio y la lucidez para salir jugando, en reiteradas ocasiones debió recurrir al pelotazo para poder cruzar el mediocampo.
Alianza golpeó primero, un balón recuperado terminó en una asistencia profunda sobre banda izquierda para la incorporación de José Iglesias quien batió a placer a Benji Villalobos con un disparo raso y colocado sobre su palo derecho. La recompensa aliancista llegó, precisamente en el momento en que Águila había logrado sacudirse un poco el dominio del local, ahora le tocaba remar contra corriente.
Pero no sólo era el gol en contra lo que pesaba en la espalda aguilucha, la intermitencia de su mediocampo también pesaba el doble, a pesar que logró encontrar el esférico no era capaz de organizar su juego y salir en bloque, líneas demasiado estiradas y la presión de los blancos hacían imposible para que Baires o Cerén encontraran espacios para echarse el equipo al hombro.
La segunda parte inició con el conjunto emplumado intentando presionar arriba y llegar con más peligro, pero el orden albo era notorio, no se regalaba un espacio ni un balón por perdido. Águila encontraba en el balón largo a la espalda de los zagueros su mejor arma para abrir el cerrojo y ampliar el juego por bandas. Precisamente ahí apareció Cerén, un motor incansable para Valdés y los suyos, quien acompañado por momentos por Ibsen lograron hacer combinaciones para llegar a línea final y buscar un rematador por el centro. Así llegaron las mejores opciones para Águila, que esta vez sí, logró tener el control del encuentro con llegadas claras y con peligro.
Nicolás Muñoz tendría una de sus peores tardes y no por no haber anotado, sino porque anotó dos veces y en ambas ocasiones sus goles fueron anulados por aparente fuera de lugar a la hora de rematar a meta rival. Al minuto 74, empujaría un balón producto de un rechace del arquero, pero el línea anularía el tanto ante los reclamos de los jugadores aguiluchos. Por si fuera poco, cuando el encuentro invitaba a los minutos finales, nuevamente Nicolás remataría un balón a gol, esta vez con la cabeza, pero el línea, por segunda ocasión en el encuentro anularía el tanto del goleador panameño. Los jugadores aguiluchos reclamaron y en serio la decisión, pero finalmente, el gol no subiría en el marcador.
Águila terminaría presionando y buscando el empate, pero no le alcanzó, Alianza se quedaría con una trabajada victoria y la sensación de alejarse de los puestos del sótano. Para el emplumado fue un paso en falso y quedarse sin liderato y en la tercera posición de la clasificación.