Sin mucha prisa, el Barcelona consiguió una nueva clasificación a una final de Copa, la quinta en los últimos siete años, después de doblegar al submarino amarillo del Villarreal por 1-3 en El Madrigal.
Sabedor de la ventaja inicial, los de Luis Enrique no parecieron nunca apresurados por liderar las acciones del encuentro, pero si consiguieron sin mucho esfuerzo ponerse arriba temprano en el marcador, cuando apenas se jugaba el minuto 3. Un tanto de Neymar estaba sepultando mucho más las pocas esperanzas de remontar que tenían los amarillos, pero por obra y gracia de Messi que puso una asistencia como medio gol al brasileño para que este batiera a placer a Asenjo.
Mucha más calma y paso tranquilo en el Barça para encarar toda la primera mitad, pero más apurado el Villarreal que intentó apedrearle el rancho a Ter Stegen, de quien se dice tocó más veces el balón que Messi y Neymar en la primera mitad, muestra que querían asegurar el resultado más que buscar alargar la ventaja parcial. Pero enfrente, un voluntarioso submarino amarillo intentaba llegar y acortar distancias.
Una descolgada por banda derecha propició un centro que aprovechó el ex-barcelonista, Jonathan dos Santos para marcar el empate, y aunque el marcador global le daba la ventaja al Barça, entendieron que para la segunda mitad debían apretar el acelerador y buscar romper las ansias amarillas por intentar la heróica.
El Villarreal cabaría su tumba cuando Pina salió expulsado por una falta a Neymar, y posteriormente Suárez pondría más dificiles las cosas con el 1-2 a favor del Barça.
Neymar sería el encargado de poner el 1-3 definitivo, idéntico marcador al de la ida y así el azulgrana lograría clasificar a la final de la C0pa del Rey, esa misma definición que ostenta el Barça como “Rey de Copas”.