Para la UES, su primer encuentro del Torneo Clausura 2015 no podría haber iniciado de peor manera. Si bien, el empate que rescató in extremis le sirvió al menos para conseguir un punto, dejó demasiadas dudas en cuanto al funcionamiento del equipo. Y es que, en el planteamiento táctico, el conjunto tecleño se lo llevó por delante durante todo el primer tiempo, a expensas de tibios embates de los académicos en los minutos iniciales del encuentro, los cuales fueron únicamente un espejismo de lo que realmente sucedería en los minutos siguientes.
El Santa Tecla inició fiel a su estilo, con manejo de balón y con la intención de adormecer a su rival en base a la posesión, desplegándose rápidamente en la ofensiva, principalmente contragolpeando entre 2 y 3 toques verticales para romper la defensa rival. Precisamente, ese planteamiento le generó pesadillas a la zaga de los pumas, que dieron demasiadas ventajas y perdieron muchos balones en la salida y en el medio campo, lugar en el que los tecleños tenían su cuarto de máquinas. El mediocampo le perteneció a Santa Tecla, ahí se robaba el balón y se distribuía rápidamente buscando las bandas, ante una defensa demasiado endeble que generó desconfianza y permitió muchos espacios entre sus líneas.
Así, la UES intentaba pararse firmemente, pero entre sus dudas y la poca intensidad mostrada, cedieron rápidamente el balón y permitieron la apertura del marcador en apenas 10 minutos, y por si fuera poco, 6 minutos más tarde la ventaja en contra aumentaba en goles. El doblete de William Maldonado dejó helados a los pumas y a la afición que les arropaba. La incredulidad y la decepción se apoderó de los pocos aficionados que llegaron al Estadio Cuscatlán, las dudas crecieron aún más en el equipo en la cancha, y Santa Tecla dominó a placer todo el primer tiempo.
Los goles, casi calcados llegaron a consecuencia de dos errores en la marca, el primero principalmente, y el segundo a causa de un rechazo del arquero universitario que pudo haber hecho un poco más para evitar dejar el balón en bandeja de oro para la definición de Maldonado. La UES no apareció, y en su libreto, era un querer y no poder, intentar distribuir el balón y perderlo en el intento, la incomodidad y la presión que el conjunto tecleño le impuso a los locales -hoy jugando en el Cuscatlán- le imposibilitó siquiera poder llegar al marco rival. Muy poco de los universitarios en todas sus líneas, con un Garrick Gordon solitario adelante, con poca participación y sin tener un creativo que le asistiera y un mediocampo que le acompañara en la batalla.
Lo mejor que le pudo pasar a la UES fue que terminara el primer tiempo, Santa Tecla tampoco ofreció más en ofensiva, pero cierto es que los locales tampoco tuvieron mayor opción para llevar algo de peligro, donde ni los cambios tempraneros aliviaron el mal tramo, el mal paso y la poca conjunción e intensidad entre los jugadores.
La segunda mitad fue un borrón y cuenta nueva, la UES salió con nuevos bríos, y con la intención y la esperanza de remontar, eso sí, el orden y la posesión era para el Tecla que no desperdiciaba la posesión del balón y lo guardaba como un tesoro, a sabiendas que así, la defensa del resultado estaba segura. Pero en una de esas, precisamente cuando la UES entendió que siendo más intenso y con mayor proyección ofensiva podría llevar peligro a meta rival, se pitó un penal, para algunos falta fuera del área, para otros que tocó el balón antes que al jugador, pero lo cierto es que la falta sobre Aparicio se marcó como penal, y así, Elman Rivas cambiaba gol por penal y acortaba distancias en el marcador.
El 1-2 le daba mejores opciones y un mejor panorama a la UES que buscó incesantemente el empate, se posicionó mejor sobre la cancha, creció en confianza y el fútbol comenzó a fluir. El mediocampo carburó y los universitarios apretaron y acorralaron al Tecla, que dependía en gran parte del contragolpe ante la presión impuesta por los pumas que sólo entonces comenzaron a no regalar nada y a crear mucho más peligro.
Parecía que sí, pero no. Santa Tecla aguantó y llevó el encuentro con la ventaja hasta los minutos finales, apretó los dientes y se decidió a soportar el aguacero y apostar por marcar el de la tranquilidad en un contragolpe. Pero no le salió el plan. La UES siguió acosando a su rival, y en una de esas, de tanto ir y llamar la puerta, por fin vio la luz. Un segundo penal, tan claro como inesperado, cuando el reloj marcaba el 93 le daba la oportunidad a los pumas para conseguir la remontada y el empate en el marcador. Nuevamente, Elman Rivas conseguiría su segundo de la tarde y la igualada en goles. Era el 2-2, y el sabor amargo quedaba en la boca de los tecleños que desaprovecharon la ventaja de dos goles y vieron como los universitarios les arrancaban su primer empate del torneo.
El encuentro terminó después de marcado el penal, sin tiempo para más, ambos equipos se quedaron con un punto, pero para la UES se celebró como victoria, pues estuvo al borde de la derrota, mientras, que para Santa Tecla, sabe más a derrota a sabiendas que tuvo el encuentro a placer para finiquitarlo y quedarse con sus primeros tres puntos.