En realidad, no existe ninguna regla escrita sobre el corte de pelo que debas hacerte para jugar un partido, los hay quienes se hacen cualquier tipo de barbarie con su corte de pelo para una final, un tinte color mostaza o color remolacha, da lo mismo, tampoco se puede evitar y mucho menos obligar a un jugador a que no lo haga. Lo que si se puede pedir y obligar es que antes de un partido oficial, al menos mantenga los pies en el suelo y no pierda el rumbo y el enfoque por la responsabilidad que pesa sobre sus hombros al vestir la camiseta de su selección o del equipo por el que juegue.
Entre dimes y diretes de jugadores de la sub-20 y del Tuco Alfaro, salieron a la luz las declaraciones de unos y de otros en el que se acusaban por el empate ante Haití, pero quizá la que más pesó fueron las del técnico quien se mostró molesto porque “los jugadores estaban más pendientes del corte de pelo que del partido”. Curioso es, que esa afirmación fue posteriormente reforzada por uno de los integrantes de la plantilla quien no sólo confirmó que era cierto y aceptó el mea culpa, sino que además, confirmó que el peluquero oficial había sido él (Josué Hernández).
Como aficionado me sigo sintiendo defraudado, me da lo mismo lo que los jugadores hagan en su tiempo libre, igual, no son máquinas, sino, jugadores, humanos y jóvenes, hablamos de muchachos menores de 20 años, precisamente donde la rebeldía hace mella en las actitudes y comportamientos, pero eso no quita que el sentimiento de responsabilidad aflore y sea esa la directriz que guíe tus pases, sobre todo cuando horas más tarde se jugaban parte de la eliminatoria. Luego, el equipo empató con Haití y peligraba mucho una eliminación anticipada del torneo.
Quizá en el fondo sigue fallando algo, las directrices que deben guiar al equipo, un manual de comportamiento y de disciplina, y es que, claramente, no se puede evitar que un jugador haga lo que quiera con su pelo y con su cuerpo, pero finalmente, si aspiras a ser un jugador profesional, debes comportarte como tal y mantener el rumbo por el que transitas, luego de conseguir los objetivos puedes hacer lo que se te de la gana, finalmente, has cumplido con tu parte.
Esto en el fútbol no es nuevo, lo hacen Neymar o Alves, hasta aquellos de aquel equipo que se tiñeron el pelo en la parte final de un torneo, pero mientras no seas una estrella consagrada y que te echas el equipo al hombro, hay que ser una persona trabajadora y dejar las excentricidades para la farándula o estrellas de rock. Cuando se siembre la fama, entonces podrán disponer de hacer lo que se venga en gana, pero mientras se vista la camiseta de la Selección lo único que se pide es el compromiso, la responsabilidad por hacer las cosas bien y el respeto hacia el equipo y hacia la afición quienes son finalmente los que pedirán cuentas de los resultados.