Tras 15 jornadas disputadas, el Barcelona pierde empuje y terreno para mantenerse cerca de la clasificación. Con el empate en Getafe sumó su tercer encuentro sin marcar goles, como ya sucediera en el empate ante el Málaga, en la derrota ante el Celta y ahora ante el cuadro azulón.
La sensación que deja este Barça dista mucho del resultadismo ganador, puesto que, lejos de la victoria, empate o la derrota, la falta de una idea en el juego y de un esquema definido es una cuestión notoria a todas luces, menos quizá, para Luis Enrique, que sigue ensayando y experimentando con alineaciones, que no rotaciones, que no dan los resultados exigidos.
Victorias que opacan lo mal de su juego, que ocultan las carencias de un sistema y de un técnico que tampoco sabe a qué juega, que semana a semana cambia jugadores sin mantener una base sobre la cual edificar una idea, caemos en la realidad que impera al equipo, las individualidades que día si y día también le sacan las papas del horno, no serán necesariamente el recurso diario para saldar victorias y tener esto como as bajo la manga para cuando la temporada apriete, ganar títulos.
Decía Luis Enrique que el Barça generó “muchas ocasiones para marcar”, pero en términos de efectividad, ganas si metes las que creas no si sumas ocasiones de gol sin marcar, esto es así, tampoco se puede justificar, que el equipo haya ofrecido una de sus peores caras en lo que va de temporada, sin luz, siendo más una sombra de lo que se espera y de lo que se exige, esa terrible oscuridad que arrastra en los últimos 2 años, pero que han venido a ser más vistosas en esta primera temporada de Lucho.
Para ganar títulos, es mandatorio ganar ante los rivales modestos, esos que complican, muerden y entristecen la vida, el Barça ante estos, tampoco ha sabido responder, como tampoco lo ha hecho ante rivales de peso. Salvo la victoria ante el PSG, donde los goles salvadores maquillaron una posible debacle, ahora no apareció el santo, tampoco el salvador, y así, sin juego y sin individualidades, tarde o temprano el equipo se estancará.