Ahora se viene la parte buena del torneo: las semifinales. Claro está, que para que Águila pueda volver a disputar una final, deberá vencer en el clásico nacional a C.D. FAS cuando lo enfrente en las semis, un encuentro que se antoja morboso por todo lo que implica este duelo entre los equipos más ganadores del fútbol nacional, pero en el que, gracias a su posición final en la tabla, le da una leve ventaja al aguilucho, siempre y cuando la serie termine en empate.
Águila hizo la hombrada, después de haberse complicado gracias al empate contra Pasaquina en la jornada anterior, debía, si o si, ganar en Opico, tierra hostil, no sólo para el emplumado, sino, para cualquiera que visita el Complejo Deportivo, y es que vencer a Juventud Independiente, había sido difícil en el presente torneo, los de Opico solamente habían perdido en la jornada inicial jugando como local, cuando cayó estrepitosamente 1-5 ante la UES. Desde entonces sumó 7 victorias consecutivas en igual número de encuentros jugando en su casa, situación que imponía un nivel muy alto de dificultad para las aspiraciones de Águila, sumado a esto, que ambos equipos tenían la necesidad de los tres puntos para asegurarse un boleto a semifinales.
Águila, en cambio, llegaba con una serie de dudas, mismas que ha arrastrado durante toda la segunda mitad del torneo, pero que le valió, a pesar de todo, para meterse en puestos de clasificación hasta esta penúltima jornada.
Un gol de Gilberto Baires puso fin al suplicio y al temor de quedarse nuevamente fuera de semifinales y cumplir así, el primero de los objetivos: la clasificación, esa que se había negado, gracias a las horrososas campañas que firmó en los recientes torneos.
Con esta victoria de 1-0, luchada y disputada, consiguió su boleto, allá, le espera FAS, para jugar el clásico nacional, del que dicen que no falta a semifinales desde hace ocho torneos, pero que, al igual que Aguila atravesó duros momentos de incertidumbre durante gran parte del presente torneo; pero en esta etapa, es borrón y cuenta nueva, donde se decidirá a uno de los finalistas.
El camino está escrito, a Águila le espera un duro compromiso, pero tiene las armas y los recursos necesarios para salir victorioso.