Una mirada a los resultados de las Selecciones

Estadio

Las últimas semanas hemos visto actividad en el tema Selección, y aunque los resultados para unos y para otros han sido totalmente diferentes, la sensación sigue siendo la misma. Por una parte, la Selecta de Playa, cuyo éxito alarga una enorme sombra al resto de selecciones es quizá sin lugar a dudas, el punto de referencia. Dirán que son categorías diferentes, y es cierto, pero tampoco se puede negar que en el tema de las exigencias y el cumplimiento de objetivos, tanto una como otra las tienen por igual y probablemente con similares obstáculos sobre los cuales trascender.

Se puede ser medio ciego y creer que para los de playa la situación siempre será pan comido, porque han tenido un trabajo a largo plazo desde que se juntó el primer grupo, pero es tan solo la prueba de que cuando se quiere hacer un trabajo se puede hacer bien, y el objetivo de esta selección no pasaba por cumplir en un torneo y presentarse al siguiente sin margen de mejora. La exigencia que tuvo ese combinado nacional fue generado a conciencia y el trabajo y el proceso que se llevó posteriormente devino en una inigualable experiencia y generación de resultados que encumbraron a estos muchachos a un lugar en el que probablemente nunca pensaron que estarían.

Los procesos son clave y la continuidad es quizá la base y la piedra angular en lo que debería descansar todo aquello que tenga que ver con el tema de Selección Nacional.

Ahora bien, la disparidad entre una y otra selección es tal que no queda lugar a dudas cuando decimos y nos sentimos con la obligación y el derecho de exigir resultados, y aunque muchas veces se piense que solamente debemos mirar y callar, somos más los que en cada vez pedimos que se trabaje más con los pies en la tierra y no creerse la octava maravilla del mundo y terminar perdiendo día sí y día también en cada torneo que disputamos. La Selección Mayor y sub 21 tuvieron pésimos resultados cada uno en sus áreas, y quizá para algunos está bien y es el resultado de algo que no se ha correctamente bien en los últimos años. Seguimos hablando de un proceso pero poco y nada se ha hecho de cara a posicionarnos como potencia, al menos en nuestra área centroamericana. En selección mayor, perdemos contra Panamá y ganamos horrorosamente ante Nicaragua, y lo calificó así, no porque hayamos sufrido para ganar, sino por que mostramos una pésima cara cuando existen recursos técnicos en los jugadores que conforman el combinado nacional, pero nuestro nivel no nos permite aspirar a mantener la línea de buen fútbol y de alguna manera vistoso.

La azulita, también se quedó fuera de los Juegos Centroamericanos y del Caribe después de perder ante Honduras, más por culpa del oportunismo del rival que nos privó de acceder a semifinales en los mencionados juegos. Pero quizá, en el tintero, queda la sensación que este grupo tiene potencial de ser el relevo generacional que más temprano que tarde deberá darse con el combinado mayor. Estos jóvenes traen en sus piernas un boleto mundialista y un triunfo en el referido Mundial de Turquía y un segundo lugar en el eliminatorio disputado este año. La experiencia que han ganado es parte del proceso de formación, y que, a su edad, es lo que forma al jugar, los fogueos y el roce con jugadores de diferente categoría y quizá, hasta de mejor nivel. Queda como objetivo, que este grupo no se pierda y que en la transición a la selección mayor, que seguramente se generará, no se estanque este recurso y no sea parte de “un proceso más” de Selección Mayor, como viene sucediendo hasta ahora.

Post Author: JoseMa@Díaz

Bloguero y enamorado del fútbol.