El calendario aprieta, 4 fechas son las restantes para que termine el torneo regular, la tabla en la zona de clasificación se mantiene apretada luego de los últimos resultados. Para Águila, signos de preocupación. Lejos quedó el equipo que ilusionó en la primera vuelta y que poco a poco fue perdiendo la gasolina, la intensidad y la sed de victoria. El hambre se perdió al concluir la primera vuelta. Una señal que intuía un mal porvenir.
Las cosas ni han ido tan mal, pero tampoco del todo bien, fuera del margen -pobre- en el campo de los goles, cabe destacar la intensidad de juego del equipo. Ante FAS hay que decir que lo intentaron pero pecaron del mal común que le aqueja, la falta de gol. Ni Bautista ni Fraser son referentes en ofensiva, y es que la delantera aguilucha tampoco ofrece garantías para sacar adelante los resultados a ritmo de gol. Sus 12 goles a favor contrastan de sobremanera si se le compara con Metapán por ejemplo, que con 17 goles anotados se ubica como puntero de la tabla.
A Águila le cuesta marcar goles. Para muestra un dato: en lo que va de la segunda vuelta, únicamente ha anotado 2 goles, en el empate ante Metapán y en la victoria ante Alianza. Son cinco encuentros disputados y ha conseguido una paupérrima cantidad de goles a favor, los cuales, distan mucho de los 5 tantos que marcó en igual cantidad de partidos durante la primera vuelta.
El negronaranja tiene ante sí un difícil reto, y es que para completar el torneo regular tiene que disputar encuentros ante Marte, Dragón, Pasaquina y Juventud Independiente, equipos que buscarán también clasificar a semifinales, mismo objetivo de Águila, y hay que tener en cuenta además, que entre la primera y la octava posición, apenas hay 6 puntos de diferencia, cuando restan 12 por jugarse. Cualquier cosa puede pasar.