Jugando a máximas revoluciones, el Barça ganó un encuentro que pudo manejar plácidamente pero que terminó pidiendo la hora para evitar un empate en los minutos finales del encuentro.
Champions League, torneo donde un error y un descuido son capaces de robarte puntos y dejarte en la lona, le ofreció al Barcelona uno de los mejores escenarios para volver a la ruta del triunfo después del descalabro ante el PSG en la última jornada del torneo europeo. Esta vez, ante el Ajax, rival de por sí abierto y con una idea de juego similar al del azulgrana, ofreció un plus de juego muy por encima de las posibilidades, con garantías de una goleada tempranera, pero que a su vez, los cambios de jugadores propició una posible pero infructuosa remontada por parte del conjunto holandés.
El guión transcurrió como siempre, con el Barça encimando y manteniendo el monopolio del balón y las acciones, con un Messi, que está que se sale, vestido con el traje de constructor y asistidor, el argentino da visos que esta temporada, probablemente no marque la desorbitante cantidad de goles pero que, hará que su equipo marche a su ritmo y sus compañeros de ofensiva se encarguen de concluir las acciones que construye.
Primer asistencia a Neymar, cuando apenas se jugaba el minuto 7. La conexión entre el brasileño y el argentino dan pauta a una de las mejores sociedades en lo que va de temporada para inri de sus detractores y de los que creían en un principio que su conexión en la cancha sería inexistente y más bien ambos serían incompatibles. El brasileño también ha logrado tener en mira el grito de gol.
El segundo llegó tras una magistral asistencia de Iniesta y un gran control de Messi adentro del área, con marca encimosa del defensor holandés, su definición fue apurada pero valió para que el balón, en cámara lenta cruzara la línea de gol. Tranquilidad y pasividad rondaron por el cuello azulgrana, igual en el de Luis Enrique que mandó temprano a descansar a Messi, Neymar e Iniesta, precisamente, los encargados de mantener a flote al equipo y los dueños del esférico y de las acciones de peligro para el Barcelona.
Así las cosas, el Ajax vio la oportunidad y puso a temblar al Barça con el gol del descuento al 88′, el ruido en Can Barca hizo mella en el equipo que apurado y nervioso prefería que el tiempo corriera y se pitara el final, pero en una de esas tantas, Sandro cogió un balón que con un zurdazo más colocado que potente desde la entrada del área puso el 3-1 definitivo para calma de la marea azulgrana.