“He esperado por este momento durante gran parte del año, ahora soy jugador del Manchester United”, dijo el nuevo 9 de los “diablos rojos” en sus primeras declaraciones tras su fichaje, recogidas en la web del club inglés.
La inesperada llegada de Radamel Falcao al Manchester United, no solamente ha sido sorpresiva, sino, a su vez una auténtica movida táctica del equipo inglés y un verdadero baldazo de agua fría al más puro estilo del Ice Bucket Challenge para el aficionado madridista y para todo aquel que daba por hecho el fichaje del delantero colombiano por el club blanco. ¿Pero de verdad estaba hecho el fichaje por el Real Madrid o simplemente fue una bomba de humo de los medios de la capital española para sembrar la inestabilidad en un probable fichaje que en las horas críticas terminó agarrando sus maletas rumbo a Old Trafford?
La novela y las cortinas de humo creadas por los medios de Madrid hacían creer, pensar y probablemente soñar a la afición blanco disfrutando de una merienda por parte de sus estrellas Ronaldo y Falcao devorando rivales en el coliseo blanco, al más puro estilo del imperio romano y las luchas entre esclavos y leones, más no obstante, la novela entró en suspenso, apareció el Manchester United, y en la misma forma como se llevó a Di María, logró un préstamo por un año de la máxima estrella goleadora del Mónaco francés, una verdadera bomba que le estalló en la cara a más de alguno.
Ahora, cabe ilusionarse, pensar en los destrozos que podrían hacer Rooney, Van Persie, Falcao y Di María juntos. Hasta este momento los cromos no se han juntado y el United sigue en el fango, con una maquinaria que no carbura y desaceitada. El esquema táctico de Van Gaal, soporta este cuarteto ofensivo, probablemente si. La libreta de Van Gaal ha sido, a través de los años una verdadera pieza de colección para cualquier entendido del fútbol y una auténtica escuela de variantes tácticas que solamente el holandés ha logrado descifrar y encontrarle los pies y la cabeza a un rompecabezas donde aparentemente para cualquiera no cabía ni siquiera una aguja sin punta. La llegada del delantero colombiano, pareciera no peligrar ni a Rooney y en el peor de los casos a Van Persie, figuras del equipo, y quizá, las piezas por donde comienza la idea ofensiva de Lucho Van Gaal.
El fichaje de Falcao aceleró la salida de Javier Hernández “Chicharito”, sin minutos y sin confianza, dueño del banquillo de suplentes como de su eterno número 14, se marchó con más penas y con la gloria en la maleta de sus buenos tiempos en Old Trafford bajo la mirada seria y acobijado por la magalla de chicle de Sir Alex Ferguson, el delantero mexicano vivió sus mejores días, tardes y noches en suelo inglés, pero poco a poco la llama se fue apagando, sobre todo tras el adiós del eterno técnico escocés.
La llegada al Real Madrid supone quizá -para algunos- un fichaje extraño, soñar con Falcao y despertar con el Chicharito, esperanzarse en un titular para aferrarse a un suplente, quizá no se escuche del todo fino, pero entre uno y otro claramente existen muchos goles y galones de diferencia, pero lo que si aportará el delantero mexicano es una dura piedra en el zapato del francés Benzemá, aquejado por su falta de gol y criticado por su apatía en el terreno de juego, habrá competencia por ser delantero titular. Javier dijo que no llegaba a ser suplente, y viendo su pasado más célebre, claramente lo dice en serio, ser titular con Ferguson no es tarea fácil, su misión ahora será demostrar que tiene lo necesario para triunfar con la camiseta blanca, o con la rosa o la del Dragón. En fin.
Ahora, fuera bromas, si me lo preguntan, queda de lección no creer en portadas estrafalarias, ni Falcao ni Suárez (ojo, que el uruguayo también lo ficharon en los periódicos madridistas) pero terminó aterrizando en el Camp Nou.
Retornando a la libreta de Van Gaal, lo que si me queda claro, es que cuando este equipo comience a carburar, será un verdadero espectáculo verlo jugar al fútbol, y hay que decirlo los equipos del técnico holandés saben muy bien qué hacer con el balón en los pies.