Curiosa la bandera que se desplegó en diferentes zonas del Estadio Cuscatlán, quizá una respuesta para hacer ver al aficionado salvadoreño, que este proceso es nuevo, que los jugadores son nuevos y que, este es el inicio después de donde sólo quedaron cenizas. Irónicamente, el día en que se esperaba que la afición arropara a la Selección en su primer enfrentamiento como local después de casi dos años, precisamente, surge la noticia que la Fiscalía General de la República ha acusado formalmente a 11 ex-seleccionados implicados en el tema de amaños.
Miguel Montes, Dagoberto Portillo, Marvin González, Mardoqueo Henríquez, Romeo Monteagudo, Miguel Granadino, Darwin Bonilla, Dennis Alas, Ramón Sánchez, Cristian Castillo y Osael Romero, son los jugadores que la Fiscalía reclama por haber comprobado que recibieron dinero, no para hacer efectivo los arreglos de partidos de la Selecta, pero si en calidad de bono para tener a los jugadores agragados, según declaraciones que recoge LPG.
Cuestiones legales aparte, vamos al fútbol. Estadio semi vacío, muestra clara de la molestia del aficionado y del rencor que aún no termina por superar, también pudo haber influido las lluvias que cayeron este día sobre la capital salvadoreña. Sea la razón que fuere, la Selecta no fue apoyada en la forma que se esperaba, a pesar que lo hicieran bien, sin espectacularidades y sin brillo, pero si que los jugadores demostraron su deseo por hacer las cosas bien, por levantar el valor de la camiseta salvadoreña, fue una victoria y nada más, ante un rival, que dicho sea de paso, esta por encima de nosotros en el ranking FIFA.
La victoria sirve de mucho, el encuentro en sí sirve también para medir al equipo, para evaluar a jugadores, para encontrar el punto de equilibrio con los jugadores que afrontarán la Copa Centroamericana, en si, fue más un encuentro para encontrar la plantilla correcta, más que un rival que pudiera medir nuestras capacidades. Al final, ganar nunca es mal, y la anécdota del encuentro se traduce en ese mensaje que describe el momento actual que vive nuestro fútbol a nivel de Selección: “Una nueva esperanza” y la necesidad imperiosa de poner fin al tema de amaños y sobre todo evitar que esto vuelva a suceder.