Gracias a su portento físico los marfileños pusieron la fuerza por encima de la técnica y doblegaron a los japoneses que vieron como la victoria se les esfumó en apenas 2 minutos gracias al juego aéreo de los elefantes.
Lo ganaba temprano Japón, con un tanto al ’16 de Keisuke Honda, que incluso pudo poner más cuesta arriba a los marfileños si sus delanteros concretan las claras ocasiones de gol creadas.
A pesar que los africanos habían llevado peligro en base a traslados con criterio, pero su propio desacierto los hizo errar y terminar concediendo el primero del encuentro, muy temprano como impensado.
Japón cayó en su propia trampa, renunciar al balón muy temprano en el encuentro a sabiendas que el 1-0 era una ventaja demasiado corta, llevó a los orientales a ser sometidos durante toda la segunda mitad, sin gozar siquiera, de llegadas importantes, más aún, fueron los marfileños quienes no sólo empataron con unt anto de Wilfried Bony al ’64, sino que, Gervinho desataría la locura en el equipo marfileño al conseguir el 2-1 dos minutos después.
Drogba -que había ingresado en la segunda mitad- y sus escuderos encontraron en esconder el balón y en contragolpes fulminantes la llave para deshacerse de la presión que Japón intento llevar, pero el marcador no se movería más.
Costa de Marfil encontraría sus primeros tres puntos del torneo, y además, lograría la primera victoria en su debut en sus tres participaciones mundialistas.