A sabiendas que el título dependía de sí mismo y de sumar al menos, un punto, el Manchester City afrontó su encuentro contra el West Ham y con goles de Samir Nasry y Vincent Kompany puso punto y final a una apretada liga en una lucha sin cuartel entre los citizens, reds y blues.
De poco sirvió la victoria del Liverpool (2-1) ante Newcastle, ya que con la victoria de los de Pellegrini, el título estaba perdido, más bien, los reds dependían de un traspié de los celestes de Manchester y una victoria en Anfield para poder agenciarse el título de liga, pero al final vieron truncadas sus aspiraciones a causa de los puntos perdidos cuando aún había liga por jugar.
Este título supone para Pellegrini su primer título desde que se embarcó en la aventura europea con el Villareal hace 10 años y la 4a Premier League de su historia para el Manchester City.