Las esperanzas puestas en C.D. Aguila de que este torneo sería diferente al desastre generado el torneo anterior, poco a poco se van yendo por el caño del desagüe, no es solamente el hecho que hayan transcurrido cuatro fechas con un pésimo balance de 2 empates y 2 derrotas, con rivales como Firpo, Alianza y Fas, aspirantes toda la vida a ser campeones, tanto igual o en la misma medida que Aguila es candidato en cada torneo.
En el camino ha quedado la imagen pobre y el pésimo juego con que se cerró el torneo anterior, imagen que todos pensamos sería muy diferente con un nuevo técnico y con nuevos jugadores, aunque la base del equipo siga siendo la misma, se confiaba en que a estas alturas se estaría peleando al menos por estar en el primero o segundo lugar de la clasificación y no por que sea tarde en el torneo, si no que por obligación Aguila debe pelear por esos puestos todos y cada uno de los torneos que disputa.
Al margen de las exigencias que se le piden a un “grande” está lo futbolístico, si Aguila debía lavar su imagen era hoy el momento, perder con Alianza y Fas no sólo continua generando las dudas sobre si este equipo rendirá para pelear por la corona, pero el panorama es tan incierto que muchos nos atrevemos a pensar que Aguila está únicamente para evitar pelear un posible descenso, algo muy temprano quizá para pensarlo pero no existen indicios ni vientos de cambio.
Aguila camina nuevamente por la delgada línea entre levantarse de las cenizas o destruirse como castillo de naipes, todo dependerá de la fortaleza mental tanto del técnico como de los jugadores, de creer en que aun hay tiempo para cambiar el rumbo del barco, pero de no iniciar en la próxima fecha este torneo se nos hará larguísimo esperando cual sea el resultado final.