Con nuevo técnico, con nuevos jugadores y con nuevo sistema de juego, este Águila sigue sin demostrar que la debacle del torneo anterior es historia y sigue recordando que aún con plumaje nuevo el vuelo sigue siendo muy bajo y a cuentagotas. No se puede evitar decir que es un equipo con mejor actitud, con garra y entrega, las diferencias entre este y el equipo del torneo anterior es abismal, pero al final sabe a muy poco teniendo en cuenta que han pasado 2 fechas con un saldo de 1 empate y 1 derrota.
La primera mitad vimos al Águila que todos queremos ver, entregado y luchador, con hambre de victoria, que inició a pie de guerra queriendo comerse a su rival, pero poco a poco la intensidad se fue acabando hasta terminar sin combustible, y con el primer gol visitante, aunque el ímpetu de lucha no se perdió, no bastó para lograr el gol del empate, se perdió en ideas y en equilibrio, el equipo se vio muy débil para hacer frente a un rival que presume de su fortaleza defensiva y de un equilibrado esquema táctico y compacto, al que Vladan nunca le encontró la llave, y hasta pudo terminar con un resultado mucho más abultado.
En la segunda mitad Alianza fue mucho más sólido, y sólo en contadas ocasiones Águila lograba tocar a puerta pero no concretó. El penal de la discordia. Fallo garrafal. Dicen que sólo quien tiene el valor de patear un penal se puede dar el lujo de fallar… desconoce su servidor qué camino habría tomado el encuentro si Darwin Bonilla marcaba ese penal, lo cierto es que lo cobró de una forma desastrosa, el penal significaba el empate y probablemente un subidón anímico, de fuerza y de coraje para poder darle la vuelta al marcador, pero esto nunca sucedió. Águila se quebró mucho más con ese golpe, y aunque los cambios llegaron, tampoco lograron el efecto revulsivo que Vladan intentó.
Alianza marcó el segundo, y poco faltó para que anotara uno más, con este segundo gol prácticamente finiquitaba el encuentro, Águila perdió el gas, perdió las ideas y perdió las fuerzas, deambuló los minutos finales sabedor de la derrota, vencido sin haberse pitado el final. Vladan tiene mucha tarea aún, sabrá él si le falta mucho o muy poco para lograr el esquema que busca, pero lo cierto es que no se puede jugar bien en la primera mitad y jugar muy mal en la segunda, pero Águila lo hizo.
