Seguimos estando acostumbrados a hacer las tareas en la última hora, en el último instante, cuando todo parece irse por el caño del desagüe, apelar al último envión heróico. La Selecta está nuevamente contra las cuerdas, contra la espada y la pared, contra la reivindicación o contra el fracaso de quedar eliminada en fase de grupos de la Copa Oro.
No ha sido posible hacerse con una victoria, después de un esperanzador y a la vez desmotivante empate ante Trinidad y Tobago, la derrota ante Honduras nos deja casi zanjada la clasificación a esperas de poder vencer a Haití y clasificar a la siguiente fase del torneo. Si bien en el primer encuentro, la Selección jugó muy muy bien, y mereció llevarse la victoria, terminó empatando, quedándose con el sabor de la victoria en la punta de la lengua. Inmerecido tal vez, pero el empate fue producto de los mismos errores que se cometen desde siempre.
Ante Honduras fue más de lo mismo, no fuimos mejores pero tampoco fuimos superados en juego, pero si nos faltó el oficio que una selección debe tener para enfrentar a estos rivales que con muy poco volúmen de juego nos llegan una vez y nos anotan 2 goles. Siendo honestos, ni Honduras es la selección que asusta pero tampoco es una selección débil a sus antecesoras, demostró que con muy poco puede sacar una victoria, tal y como hiciera ante nosotros, por momentos incisiva y en otros especulando a lo que la Selecta hiciera para salir en contragolpe. Así las cosas, Honduras sacó provecho y mucho oro de la última jugada que creó, un fuera de juego mal ejecutado por nuestra línea defensiva nos dejó al borde del abismo y de la eliminación.
Ahora dependemos de una victoria ante Haití, nada fácil, si tomamos en cuenta que derrotó a Trinidad y Tobago, la misma que nos arrancó el empate en el debut.
Como siempre, nos toca apelar a coger el último tren, a especular con que no hayan más errores que nos priven de la clasificación, para ello la concentración debe ser mayor que en los encuentros anteriores, evitar la desesperación si el resultado no se da y solamente confiar, confiar en que podemos sacar adelante este encuentro.