Histórico. Se le pueden atribuir muchos calificativos más a esta, nuestra primer victoria en un Mundial de Fútbol, hemos tenido que esperar casi 32 años para ver uno de los más grandes sueños de toda una nación futbolera, El Salvador, tan devotos al fútbol como a nuestra Selección, por fin disfrutamos de las dulces mieles que suponen vencer en uno de los máximos torneos que tiene el fútbol. Y sí, dirán que es sub-20, que no es en Selección Mayor, pero a quién le importa? Acaso existen reglas para celebrar los éxitos que enorgullecen a todo un país?
Nuestra Selección sufrió para hacerse con la victoria, y en verdad qué bien que sabe que la victoria llegue con estos muchachos, unos jóvenes que comenzaron con una derrota este torneo pero que han logrado sobreponerse a las adversidades, a lo que implica perder y otorgar la ventaja cuando se pierde el primer encuentro, en el trasfondo, la actitud y la lucha de los jugadores ha tenido su premio, su rendimiento fue superlativo y mucho más sueltos en la cancha, sin temores, sin presiones, quizá los muchachos entendieron que la mejor forma de conseguir resultados es jugar sin temores, a sabiendas que en la cancha gana el que mejor hace las cosas, que puedes ser David contra Goliat, pero que la lógica en el fútbol ciertamente deja de cumplirse cuando se mezclan la intensidad, la inteligencia y el deseo de ganar.
Como decía sobre la derrota ante Turquía, nuestro nivel es este, tal vez no nos alcance para algunos rivales, tal vez nos sirva para otros, pero lo que no se puede es dejar de soñar y sobre todo de luchar, gana quien lo intenta, quien cree que puede y tiene las armas para lograrlo, la Selecta hoy se paró con firmeza, con inteligencia, con deseo, esa actitud que no te la pueden quitar cuando con el corazón luchas por conseguirlo. La Selecta se multiplicó en cada espacio de la cancha, hizo pequeños los espacios y la amplió cuando tuvo la necesidad de hacerlo.
Queda claro que este grupo tiene ante si una gran oportunidad de hacer historia, la victoria de hoy ha abierto el camino y deja sembrada la semilla para los que tengan que venir y para los que seguramente y aunque quizá sea muy temprano para decirlo, sean el cambio generacional de la Selección Mayor, que cuando las cosas se hacen con deseo, se pueden conseguir muchos éxitos.
En lo personal me enorgullece, y aunque después de la derrota ante Turquía todo parecía gris, ahora se ha visto la luz y espero que estos jóvenes sigan escribiendo su propia historia.