Hablar de fútbol siempre resulta muy arriesgado, sobre todo porque no todos los ojos ven al deporte de la misma forma, el juzgamiento de una jugada no será valorada en la misma medida por las miles de personas que pueden entenderla o analizarla de diferente forma.
Hablar de la final que terminó con victoria para Firpo resulta eso, arriesgado, pues los habrán algunos que entenderán que FAS fue perjudicado, por el arbitraje, por un gol que no debió contar, mientras que en el lado ganador, eso ya es pasado, se ganó la copa y ya está, una corona que el Firpo celebra, y seguirá celebrando hasta que el próximo torneo de inicio.
Pero si hay algo en lo que no podemos dejar de opinar es en los detalles que desequilibraron este encuentro para unos y para otros le beneficiaron, y con ello no me refiero a las supuestas ayudas arbitrales para los ganadores, pues resulta muy subjetivo valorar si la decisión del central de no anular el segundo gol de Guevara obedece a la conspiración de querer perjudicar al FAS o si las expulsiones también llevaban ese camino, lo cual me parece absurdo y sin fundamento, yo valoraré lo que vi en la cancha.
Primero: el hecho que FAS jugó 55 minutos con once jugadores y haya sido incapaz de crear serio peligro en el arco de Dago Portillo, apelar al pelotazo y a los centros para que los delanteros se las arreglen e intenten darle vuelta al asunto, es no sólo una muestra de falta de ideas si no de claridad y de paciencia para intentar encontrar el empate.
Segundo: Se sabía que el FAS llegaba con mucho más y mejor fútbol que el Firpo, eso quedó muy claro durante todo el torneo, también es cierto que la cancha era un factor que afectaba al buen traslado del balón, algo que le afectó directamente al estilo de juego del FAS, pero en ese aspecto los jugadores de Firpo fueron mucho más inteligentes y lograron sacar el provecho a una desventaja que jugó para ambos equipos.
Tercero: A los jugadores del FAS les faltó frialdad para encontrar el empate. Si bien un gol en contra a los 6 minutos te echa por el suelo todo el planteamiento táctico inicial, pero al calor del encuentro, y con una jugada tan rápida, la decisión de Marvin de barrerse fue acertada más no bien ejecutada y todo buen defensor entiende y conoce los riesgos que existen al hacer ese tipo de entradas adentro del área, como puedes salir bien librado puedes cometer penal y en el peor de los casos hasta ser expulsado, a Marvin le salió barata, le bastó la amarilla y un gol remontable, quedaban 84 minutos para intentar darle la vuelta pero la desesperación se adueñó de los jugadores del FAS y aunque encontraron cierta comodidad y lograron tener el control del balón pasados los 20 minutos de juego, nunca lograron encontrar el camino del gol y se enfrascaron en una lucha sin cuartel con pelotazos al área que terminaron favoreciendo a los defensores de Firpo, quienes a base de contragolpe se encontraron comodísimos, y este cuento se repitió durante la segunda mitad hasta que llegó el segundo gol.
Cuarto: Un gol en la que hay mano de por medio sin dudas enfurece y frustra a sabiendas que vas perdiendo con una diferencia mayor, pero, qué es peor, ¿intentar remontar 2 goles con 11 jugadores o remontar 2 goles con 2 jugadores menos? La respuesta es obvia, pero si mediaron insultos en la decisión del central para expulsar a los jugadores de FAS merecido se lo tienen, se sabe que el criterio arbitral les permite decidir este tipo de acciones, imagino que si los insultos sobrepasaron la línea de un “reclamo normal”, el árbitro decidió correctamente. Lección aprendida, para todos los que se sobrepasen en los reclamos, tarde o temprano te puedes ganar una expulsión.
De ahí en adelante, la final quedó prácticamente sentenciada, pero aún así es aplaudible la actitud de los jugadores de FAS que insistieron, aun con 2 jugadores menos, aún cuando el campo se hacía enorme y pesado por la lluvia que caía, pero a pesar de su insistencia y de su ímpetu, recibieron un tercer gol que prácticamente dejó sellado el destino del encuentro. Final atípica pues únicamente hubo que esperar el silbatazo final, sin el dramatismo de los minutos finales el Firpo se coronó campeón, y desde mi óptica justo y merecido, quizá para la afición de FAS no lo sea, pero deben tener en cuenta que en la derrota engrandece más el saber ver los errores propios, antes de intentar buscar la culpa ajena, los éxitos tarde o temprano llegarán.