Los triunfos de la Selección de Playa son motivos de orgullo de todo un país, de los jugadores, del cuerpo técnico y de todos los salvadoreños que amamos, comemos y respiramos fútbol por nuestras venas. Pero detrás de estos triunfos hay algo que no está al alcance de nuestros ojos, el trabajo que se realiza para mantener a flote un proyecto de éstos, no es tarea fácil.
La continuidad es la base del éxito dicen algunos, y el fútbol como un deporte en el que los resultados son los que dan el ultimátum para técnicos, jugadores y de todo un equipo, muy pocas veces se apuesta por un modelo a largo plazo que de los resultados esperados y por los cuales se trabaja.
La Selección de Rudis Gallo es la muestra tangible de que un proyecto elaborado a base de paciencia y de objetivos a larga duración, darán sus frutos, y aunque más tarde o temprano, la recompensa final de toda la espera y del esfuerzo que se le ha puesto, tendrá incluso mejor sabor que trabajar por el resultado y en el corto plazo cambiar todo porque el proyecto inicial no ha dado los resultados esperados.
En nuestro fútbol, acostumbrado a medirse por resultados, y en el que la modalidad de torneos cortos obliga a trabajar para 6 meses máximo –tiempo que dura un torneo- no es fiel creyente de esta idea de objetivos a largo plazo, pero en vista de los logros que esta Selección de Playa está consiguiendo, quizá sea momento que las bases, que la forma de trabajar y que los objetivos, se trabajen de una forma diferente, el resultadismo a final de cuentas, dará y gustará en el momento, pero es poco probable que su duración en el tiempo sea fundamental para la consecución de resultados futuros. Es más probable que un proyecto de corta duración sea desechado más fácilmente que uno proyectado a largo plazo, en el que se sabe que el éxito tardará en llegar, pero que no sólo se disfrutará del éxito momentáneo, sino que además, ese proyecto servirá como base para el futuro, porque solamente así se podrán lograr los triunfos, que a día de hoy, por ejemplo, son los que la Selección de Playa ha venido cosechando desde que se emprendió el camino allá por 2007.