Las excusas no valen cuando caes derrotado y por goleada, un 5-1 en contra es el fiel reflejo de que las cosas no se están haciendo de la mejor manera. El sentimiento de perjuicio que perciben algunos aguiluchos dista un abismo de por medio si se compara al rendimiento dentro de la cancha, sobre todo cuando en Aguila las cosas no han salido como se había planificado para este torneo, separación de jugadores a media temporada, sin tener un referente claro que mueva al equipo, medidas disciplinarias de los directivos, y en el peor de los casos, la ausencia de una idea clara de juego, todo ello ha devenido en la paupérrima cosecha de puntos que a este momento se ha conseguido, cuando van dos fechas de la segunda vuelta. No se puede culpar a fuerzas extrañas ni a otro tipo de oscuridad ni magia para entender que Aguila está por el suelo.
Hay que decir que Aguila ayer no hizo un mal partido, al contrario, salió a jugar de tú a tú contra Alianza, aún a sabiendas que como equipo depende únicamente de las individualidades de sus jugadores, de un gol de Irza, de Yaikel, de la marca de Isaac Zelaya y cuando no, de las tapadas a que Benji ya nos tiene acostumbrados, pero la poca conjunción entre líneas y la fragilidad defensiva que Aguila viene demostrando es simplemente desastrosa, no se puede defender tan mal y atacar peor, el gol que Irza Santos falló a puerta vacía no tiene justificación, y aunque el hubiera no existe, de anotarse ese gol probablemente la historia sería diferente, pero eso, su servidor está muy lejos de saberlo. El desgano de algunos jugadores es notorio, quizá la pésima situación que se vive en el nido sea la causa de todos los males, sigo creyendo que la relación entre directivos, técnicos y jugadores está a un paso de estallar y la caja de los truenos poco a poco irá saliendo a la luz.
Alianza fue superior sin ser arrasador, resultado producto de la efectividad de los albos y de los errores aguiluchos, de verdad, no es posible que se regalen goles con tanta facilidad, está más que claro que Aguila deberá tener una revolución de aquí al final si quiere clasificar a semifinales algo que a día de hoy ya no ilusiona, pues tampoco su fútbol promete, si no más bien cerrar de la más digna forma el presente torneo, algo que para un grande como Aguila no solamente es decepcionante, si no también una incoherencia por la grandeza de la que presumimos.