Lógica y razonable. La derrota de la Selecta ante Ecuador es una muestra de lo lejos que estamos de alcanzar un nivel competitivo idóneo a las selecciones TOP10 del Ranking FIFA, peor aún cuando se juega como visitante ante selecciones sudamericanas que nos llevan muchísima ventaja en cuanto a nivel, fútbol y preparación física. Jugar en la altura es un tema aparte, pero tampoco puede considerarse una excusa, si bien es cierto que las mismas selecciones sudamericanas ven limitadas sus aspiraciones de victoria en eliminatorias cuando visitan Bolivia o Ecuador, pues la altura hace un partido diferente, nuestra Selecta debía obrar un milagro para sacar un buen resultado en ese encuentro.
Lejos de las excusas de turno, el resultado habla por sí mismo y deja en la boca un sabor amargo, pero también la forma de perder dice mucho del nivel que nuestros jugadores tienen, normal si se analiza nuestra preparación, un tema ya obsoleto y que da vueltas cual círculo vicioso desde que tenemos memoria y analizamos el por qué nuestros jugadores se ven limitados en los encuentros ante selecciones de mayor nivel de competencia y exigencia, no es lo mismo -con el debido respeto- enfrentar a selecciones centroamericanas y caribeñas que enfrentarse con selecciones europeas y/o sudamericanas, su nivel es mayor y su preparación está a años luz de la nuestra, quizá el formador de talentos salvadoreños debería ocuparse por diseñar planes de trabajo al estilo europeo, incluyendo no sólo la parte física y técnica, si no también englobar al jugador al entorno social y humano, ocuparse por lo psicológico que también juega dentro de la cancha.
En diversas ocasiones he tocado el tema de la preparación física, de las bases que deben formarse desde pequeños, en la niñez el jugador es más receptivo y su formación puede dar mejores resultados, pero claramente estamos ante un cambio de actitud y de mejora del entorno futbolístico que nuestro país posee, el resultado de las selecciones sigue siendo el mismo, cayendo en amistosos, fuera de eliminatorias, desórdenes organizativos, falta de actitud en la cancha, en fin… podría enumerar muchas características de nuestro fútbol, pero el punto en que gira mi opinión es en el cambio de mentalidad que el directivo debe tener cuando comienza su gestión con un equipo, con las reservas, con la formación básica de jugadores y la cual debe iniciar a temprana edad y es el camino por el cual nuestro fútbol debería apostar y sacar el mejor provecho, existe el talento lo que no existe es el recurso que apoye a este talento, y sin ésto seguiremos dando vueltas en el mismo sitio y apostando a una mediocre gestión resultadista en el que la victoria es solo el fin, pero sin importar el medio por el que se logre.
Quizá sea tiempo que nuestro fútbol de un giro, precisamente ahora que estamos fuera de eliminatorias y el próximo reto sea la Copa de Oro a nivel de selección mayor y a nivel sub-20 el Mundial de Turquía en esa categoría, ésta selección es clave, es el recambio generacional que la mayor necesitará para la siguiente eliminatoria, aún estamos a tiempo, y se requiere tan sólo que los encargados de ello asuman su responsabilidad, en forma seria y con un solo objetivo, crear una identidad clara de juego, una estrategia de gestión que genere estos resultados, y se olviden de la idea de destruir lo poco bueno que tenemos para complacer sus caprichos y sus ideas, como hasta este momento ha venido sucediendo.
Espero, y creo hablar en nombre de muchos salvadoreños amantes de nuestra Selecta, que tomen las decisiones correctas y hagan el trabajo que les corresponde, ya no queremos la misma respuesta lógica y razonable: “Iniciamos un nuevo proceso”, “No tuvimos mucho tiempo para preparar a la Selección”, “Hubo poco tiempo para entrenos”, “Los equipos no prestaron los jugadores en el tiempo que habíamos pactado”… en fin, el resto se las dejo a ustedes.