El resultadismo de los torneos cortos obliga a los equipos a buscar la victoria a cualquier precio y a como de lugar, no importa la forma ni el volumen de juego, más únicamente los 3 puntos son un auténtico bálsamo y tanque de oxígeno para romper una pesada y mala racha de encuentros sin victorias, y si a eso le sumamos la ausencia de un plan de respaldo para hacer frente a un torneo que se anticipa difícil ante la salida de tu principal figura, pero además de ello la directiva se encarga de separar jugadores claves del plantel, tendremos lo que ha venido sucediendo en el Aguila.
Han sido tiempos revueltos los que el conjunto migueleño ha tenido que sobrellevar en las últimas jornadas, una auténtica batalla interna en la que jugadores y directivos tuvieron incluso que salir a montar una rueda de prensa para aclarar que todo estaba controlado y en completa armonía a pesar de los pésimos resultados que en la cancha no se estaban dando, una posible salida de Víctor Coreas, desmentida también por la directiva y que a su vez lo ratificó en su puesto vino a confirmar que en verdad algo estaba sucediendo en la interna aguilucha y que repercutía en el rendimiento y obtención de buenos resultados. Todo terminó en la separación de Mardoqueo Henríquez e Isidro Gutiérrez, quizá dos de los grandes bastiones de Aguila en los tiempos difíciles y sobre quienes caía el peso estructural del esquema titular.
Hoy por fin en Aguila se ha visto la luz, ha logrado hilvanar su segunda victoria consecutiva en el presente torneo, la primera ante el Firpo y la última más reciente ante la UES, eso si, con muy poco volúmen de juego, pero con 6 puntos que han venido a devolver el nivel normal de las aguas revueltas que cubrían el cuello del técnico y de algunos jugadores, victorias que significan un verdadero tanque de oxígeno en un torneo que comenzó de la peor manera posible, pero que al parecer poco a poco va volviendo la calma.
Se ha roto por fin la mala racha de partidos sin victorias y eso es buena noticia, aunque la ubicación en la tabla en la penúltima posición invita a ser pesimistas de cara a la clasificación, nada está perdido aún, falta toda la segunda vuelta y 27 puntos por disputarse para definir los clasificados a semifinales, el margen de mejora también es grande y aún podemos estar a las puertas de ver al mejor Aguila del torneo, de momento todo pasa por iniciar la segunda vuelta con una victoria ante el FAS, nada mejor que un clásico nacional para recuperar sensaciones, alimentar la moral y seguir puntuando.
