El Barca jugó el pasado martes un partido excelso, completo y perfecto, mucho cambió desde su derrota en Milan y los dos encuentros previos ante el Real Madrid, la intensidad fue uno de los principales ingredientes que imprimieron en su juego, la actitud ganadora y el hambre de comerse vivo a su rival. Para muchos sería una pesadilla creyendo que el Barca haría un papelón estelar y se quedaría fuera de Champions, pues ese era el sentimiento colectivo, aunque habíamos unos pocos que si creíamos que la remontada era posible.
“A esta generación le falta una remontada” decía Xavi hace unos días, golazo en toda la escuadra que se mandó el número 6 del Barca, motivando así a sus compañeros para demostrar que este equipo aún no está acabado, y que a pesar que muchos medios lo daban por muerto, en la cancha era el partido, el momento y el día indicado para poner las cosas en su sitio. Pero la historia cercana no lo dejaba muy claro, tras las espeluznantes derrotas ante el Inter en 2010 y el Chelsea en 2012 las sensaciones eran más derrotistas por lo amplio del marcador.
El Barca salió con las luces encendidas, presión arriba en la salida del balón, marcaje y desgaste físico descomunal, la actitud de los jugadores hizo recordar al Barca que todos queremos ver, ese equipo que no da un balón por perdido, ese equipo que hizo historia con 6 títulos en un sólo año, el Iniestazo, la final de Roma, la de Wembley, el último Mundial de Clubes… el Barca ha hecho quizá el mejor encuentro en los últimos meses, bien escrito queda que mientras más corres más oportunidades de ganar llevas, los jugadores hicieron un partido fenomenal derrotando a un empequeñecido Milan por 4-0, con una sinfonía futbolística que muy pocos o quizá ningún equipo podrá igualar jamás, no hay mejor victoria que una remontada en una competición tan espectacular como la Champions League.
Destaco tres cosas importantes de este partido: 1) El marcaje y la presión en la salida del balón: si no marcas, no recuperas el balón y si lo cedes al rival no tienes el arma para defenderte mejor y el Barca sin balón es menos fuerte; 2) Concentración: salvo la escapada de Niang en el error de Mascherano el Barca fue casi perfecto en todas sus líneas, marcó las que tenía que marcar, recuperó en las zonas de salida del Milan y evitó que los contragolpes fueran en desventaja numérica defensiva; y, 3) El control: si al Barca le faltaba algo, era saber controlar el resultado, la sensación de control únicamente se genera cuando desarmas al rival trasladando el balón con sentido y criterio, no hubo posesiones largas pero si toque de primera, el tiki-taka volvió y se recuperó el dominio territorial, el rival corre pero tú únicamente trasladas el balón y lo aseguras como un tesoro.
En todo esto ganó el Barca, y recuperó la moral perdida, ese juego brillante que tanto extrañábamos, el Barca no estaba muerto, ha despertado, este es el equipo que todos queremos ver, de ahora en más, que tiemble Europa, que el Barca ha vuelto.
