La Champions League, ese torneo que se torna tan peligroso en las instancias finales, donde no vale la lógica, donde el resultadismo muchas veces se paga a un precio muy alto, en el que para verte campeón debes derrotar a todo el que se interponga en tu camino, donde en muchas ocasiones tu principal enemigo eres tú mismo. El Real Madrid salió obligado a conseguir una victoria ante el Manchester United, por aquello de la localía, porque en los papeles y hombre por hombre, su plantilla resulta ser muy superior, por aquella maldición de la décima, condicionante que evita que el conjunto blanco encuentre la calma en la máxima competición europea, las obsesiones nunca son buenas.
A pesar de ser superior durante gran parte del encuentro, el Real Madrid no fue capaz de vencer al United que logró sacar oro del Bernabeu, y esto que en la primera mitad pudo incluso encontrar una ventaja mucho mayor que el empate final, pero su desacierto y una gran noche del arquero De Gea, evitaron que el resultado fuera de escándalo. El Madrid salió a por todas, a comerse vivo a su invitado de lujo, pero fue el visitante el que golpeó primero, por medio de la asignatura pendiente del local, el juego aéreo, pero Cristiano se encargó de poner las cosas en su sitio también de cabeza. La primera mitad fue emoción pura, ambos equipos volcados al ataque, mucho más incisivo el Real Madrid que llevó la batuta durante muchos minutos, mientras el Manchester United curiosamente no daba 5 pases seguidos, el balón le quemaba las botas, algo raro y preocupante para el equipo de Ferguson, en su lugar, yo estaría más preocupado por haberme salvado de salir goleado que de haber logrado un empate que sabe medio tibio y medio caliente según el prisma con el que se vea. Empatar como visitante permite a uno jugar con la diferencia de goles pero al otro va sabedor que marcando en la vuelta como visitante le pondrá las papas en el horno al local. Esto es así.
Será Old Trafford donde se dictará sentencia, donde uno de ellos quedará eliminado, donde todos esperamos que el United muestre una cara diferente, pero a sabidas cuentas, el Madrid es un rival peligrosísimo, del que no te puedes fiar aún con un marcador favorable y que en cuestión de segundos te pueee aniquilar con un contragolpe letal.