Pocos partidos de la temporada le causan tantos problemas al Barca, si, son muy pocos y casi todos terminan en derrotas, en los que a pesar de marcar el camino de gol, éste nunca llega o si llega, no alcanza para darle la vuelta a los partidos, podemos mencionar aquella dolorosa eliminación ante el Inter de Mourinho, ante el Chelsea la temporada anterior, los desencuentros que tuvo ante el Rubin Kazan en fase de grupos de Champions, y ahora el Celtic, impensado y sorpresivo si se quiere pero cierto es que en Champions League, todos los encuentros son duros y el menor error te cuesta los puntos.
El Celtic hizo un encuentro soñado tanto en la ida como en la vuelta y en ambos encuentros utilizó la misma fórmula para desesperar al Barca que intentó todo lo que tuvo para intentar sacar la victoria. A diferencia del encuentro de ida en el Camp Nou, donde encontró el empate en la primera mitad y en el último suspiro del encuentro el gol de la victoria, ésta vez jugando en Celtic Park, el Barca terminó abatido y derrotado, con la posesión del balón en la bolsa, con casi 1000 pases según las estadísticas, con mayor número de llegadas, pero que no bastaron para traducir todo esto en goles, nuevamente se estrelló contra un muro defensivo perfecto que no le dejó espacios para llegar con jugadas de pared y las pocas que logró elaborar terminaron siendo evitadas por el meta local, que ante el Barca tuvo 2 noches de ensueño y evitó cuanto gol pudo.
Al Barca no le alcanzó, el camino se le hizo largo y pesado, y terminó cediendo los 3 puntos y aunque se mantiene como líder de grupo deja un mensaje muy claro, y es que partidos como éste son los que dan o te hacen perder títulos y Tito debe tenerlo muy en cuenta, pues a partir de este momento el objetivo es clasificar como primero y solamente entonces, comienza lo realmente importante y duro, donde un desliz como este lo puede dejar fuera de Champions.