Alegría me causa ver el gran torneo que el Aguila está haciendo después de las numerosas dudas de la primera vuelta, de las estrepitosas goleadas y posterior eliminación sufridas en la Concachampions, la cara del equipo ya es otra, no se habla ya de malos resultados, si no de la notable mejoría y de los resultados logrados que lo tienen como segundo lugar en la tabla de clasificación.
A estas alturas casi nadie se acuerda que Aguila se ha pasado gran parte del torneo jugando sin un delantero nato, rol asumido y bien ejecutado por Osael e Isidro, quienes ante la baja forma de Irza Santos y Walter Soto, y la ausencia de Yaikel Pérez que sigue de vacaciones en los Estados Unidos, han sido los encargados de mantener al Aguila a flote, su gran nivel incluso se traduce no solo en su capacidad para poner el fútbol si no también los goles, entre Osael e Isidro han marcado 6 goles, 3 cada uno, siendo las piezas principales y la columna vertebral de un equipo que ha tenido que hacer de tripas corazón para marcar goles, siendo su posición habitual, volantes.
Todo esto tiene méritos pero lo es más, el hecho que Aguila en este torneo está jugando únicamente con jugadores nacionales, algo que aporta un elemento extra, ya que hoy en día los equipos prefieren contratar extranjeros en vez de usar valores nacionales, es cierto, Aguila fue víctima de su propia necesidad, sin extranjeros de calidad con quienes jugar tuvo que apostarle a la plantilla de jugadores locales, pero hasta este momento Víctor Coreas ha armado un equipo sólido y compacto, con muy buen manejo de balón y un ataque explosivo y contragolpe letal, eso es lo que hace que Aguila ya esté acariciando su boleto a semifinales.
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