Duéle , no sólo la derrota, sino la forma cómo nos hemos quedado sin nuestro boleto a Londres, no bastó con luchar hasta el último minuto, no bastó con haber sido superiores en todo aspecto a los hondureños, no bastó tampoco la entrega y el sacrificio de los muchachos durante 120 minutos de juego, simplemente nos quedamos fuera por muchas circunstancias.
Desde un inicio, Concacaf se empeñó en demostrar que El Salvador no era bienvenido en la final ni tampoco hacerse acreedor de un boleto hacia los próximos juegos olímpicos en Londres, y fue más evidente con la eliminación de los Estados Unidos a manos nuestras, toda esa sinvergüenzada que hicieron con los boletos de avión dejaban muy en claro, que a ellos únicamente les importa tener finales entre Estados Unidos y México, solamente les interesa que los “grandes” de la región clasifiquen y sigan llenándoles las bolsas con dinero, claro, un “pequeño” como nosotros, no aporta mucho como lo haría una final entre las potencias centroamericanas.
Arbitraje de terror, el árbitro gringo que designó la Concacaf, no sólo tiene fama de ser un pésimo árbitro, sino que defendió a los hondureños dentro de la cancha y llevó el reglamento hasta el máximo límite permitido, debió haber expulsado al menos a uno de sus jugadores, pero le tembló la mano, permitió el juego brusco y no sancionó con amarilla varias entradas que debieron haber sido amonestaciones, en fin, de qué vale quejarse, si al final de cuentas, nos hemos quedado a un lado del camino, a un paso, mientras, Honduras tuvo 3 ocasiones de gol y las metió, nosotros creamos y pusimos el fútbol y solamente nos alcanzó para meter 2 goles, pasa el que marca más goles que su rival, y dirán que el fútbol no es de merecimientos, pero a ojos de buen engañador, manada de seguidores.
Queda la sensación que esta sub-23 da para más, con un juego muy vistoso, con muy buenos jugadores, algunos de ellos jugando en primera y con la selección mayor, con una gran base que tiene mucho potencial para lograr grandes cosas, hoy nos hemos quedado con la miel en los labios, desplegamos -a mi gusto- el mejor fútbol de todo el torneo, pero aún así, no nos alcanzó para llegar a la final y quedarnos con un boleto, el trabajo que se está haciendo, ojalá y en algún momento dé sus frutos, hoy por hoy, quiero pensar que el trabajo de selección va por buen camino.