La Azulita consiguió la hombrada al dejar sin posibilidades de clasificar a los juegos olímpicos a la selección de los Estados Unidos al empatar in-extremis con un gol de Jaime Alas que hizo estallar de felicidad a toda una nación sedienta de futbol y de seguir cosechando frutos en el deporte que mas nos apasiona.
Los muchachos culminaron una noche épica, perdiamos al minuto 90, el pesimismo rondaba por nuestros pensamientos, pero estos jugadores habian entrado con las ganas de hacer algo grande, de hacer su historia, y ante Estados Unidos, la heróica era posible, fueron mejores en todo aspecto, pusieron el futbol, las ganas, la entrega y las sed de victoria, mientras los EEUU salieron a la cancha a jugar con el peso de su camiseta, pero en el futbol se gana en la cancha, no valen ni estadísticas ni nada, o le pones corazón o te vas a casa con las manos vacías.
Ha sido un justo premio para nuestros muchachos que han logrado meterse a semifinales y luchar por conseguir un boleto a Londres, nada fácil, pero tampoco imposible, la tarea está a medias y solo falta culminarla, la Azulita puede seguir escribiendo su historia y puede darle a El Salvador una nueva alegria, los muchachos y el país entero se la merecen.