Finalmente el Aguila se quedó fuera de semifinales al perder 1-0 ante Firpo en los minutos finales del encuentro, claro está, después de haber contado con ocasiones de gol pero habiendo sufrido más de la cuenta, ante un rival mucho más ordenado, con una mejor idea táctica y sobre todo mucho más enchufado, conscientes que lo que se jugaban era algo más que una simple victoria.
Lejos de las excusas de las lesiones no se puede tapar el sol con un dedo, la salida de Coria dejó un hueco bastante grande en lo que a rendimiento se refiere porque el argentino únicamente logró 8 puntos de 21 posibles, cuando apenas se jugaba la 7a fecha del presente torneo. Ante su salida el elegido fue Omar Sevilla hasta ese momento técnico de la reserva y en verdad su gestión al menos en resultados fue mucho mejor que la del argentino, ya que consiguió 21 puntos en 11 fechas, o lo que equivale a 21 puntos de 33 posibles.
Pero al margen de esa notoria mejoría, los resultados no llegaron cuando en verdad se necesitaban, y esto a posteriori, es la diferencia entre hacer un buen torneo o ser un aspirante directo a ser campeón, y esto en un equipo tan grande como el C.D. Aguila no debería entrar a tela de juicio, levantar el trofeo de campeón al final de cada torneo es una obligación.
Empatar como local ante FAS fue quizá el peor resultado de todo el torneo, sin decir que también el mal inicio mientras Coria aún era técnico condicionó en gran parte la clasificación, pues ante la cantidad de puntos perdidos, el Aguila debió haber clasificado con 3 o 4 fechas antes de finalizar el torneo regular, y no haber tenido que jugar un repechaje -tan mediocre como es- para intentar clasificar en la última instancia. Aguila no pudo con Firpo y se quedó nuevamente fuera de semifinales, alargando aún más el calvario que vivimos los aguiluchos de no celebrar un campeonato desde el año 2006, cuando se consiguió el último trofeo ante el C.D. Fas en un épico partido.
De momento no se sabe qué pasará, no hay confirmaciones de jugadores que se vayan o que lleguen a reforzar al equipo, pero lo cierto es que nuevamente se ha fracasado, y mientras no exista un proyecto de equipo responsable y plenamente deportivo, seguiremos naufragando como cada vez y cada torneo en la mediocridad, mientras que los otros si llegan a semifinales y que Aguila cada vez se queda solo en el recuerdo de ser un equipo grande que falla cuando la presión aprieta y que mientras el resto de equipos se empeñan en tener una base sólida deportiva, el nuestro únicamente busca apostar a esperar si tal vez este torneo se gana algo y si no, pues, a desbaratarlo y armar uno nuevo. Esa es hoy nuestra realidad.