Terminó el primer paso en esta fase clasificatoria, la Selecta ha sido la mejor de su grupo al terminar invicta y haber sido la que más goles anoto con 20 y la que menos recibió con 5, pero lejos de esta superioridad, hay que se realistas y darnos cuenta que los muchachos no ofrecieron el 100% de su rendimiento, el acomodamiento es una enfermedad que únicamente la curan los rivales que en verdad te exigen de principio a fin.
Sin menospreciar los rivales -como ya muchas veces lo he dicho- estas selecciones unicamente intentaron no salir goleadas en sus enfrentamientos, pero de ahí en más, no mostraron nada ni mucho menos pusieron en aprietos a la Selecta, salvo República Dominicana que si nos apretó en el partido jugado en el Cuscatlán, pero eso y nada más, la clasificación nunca pareció peligrar.
Este es apenas el primer paso, falta el segundo y quizá el más difícil, porque los rivales ya son 2 grandes de la Concacaf, México y Costa Rica, que junto a Guyana se presentan como un verdadero hueso duro para nuestra selección. Hay que ser conscientes que estará muy difícil pero no imposible, todo depende que los seleccionados pongan lo que tienen que poner, que jueguen como deben jugar y sobre todo no confiarse cuando el balón comience a rodar, quedan prácticamente 6 meses y días para que inicie la siguiente fase, tiempo suficiente para recuperarse de las lesiones, para continuar con los fogueos pero sobre todo para preparar mucho mejor al grupo y armar un esquema que nos de la posibilidad de llegar a la Hexagonal final y de ahí trabajar por conseguir uno de los boletos para el próximo Mundial en Brasil 2014. Nada es imposible.
