Hay muy poco que rescatar de una goleada como la que ha sufrido la Selecta ante México, sobre todo si tomamos como punto de partida que en 6 minutos los mexicanos hicieron que nuestra defensa fuera un auténtico coladero a raíz de ese maldito primer gol que echó abajo todo el esquema que el técnico charrúa había planteado.
La idea era incomodar a los mexicanos, no permitirle que fuera capaz de abrir las bandas, cubrir cada espacio y morder en cada oportunidad posible, aún me estoy debatiendo en si escribir que fue mérito de la Selecta el haber terminado el primer tiempo con empate a cero goles o fue producto del desorden que México mostró en esos minutos, en el que no se encontró en la cancha, no estuvo cómodo a raíz de la marca pegajosa y al hombre que Rubén Israel les encomendó a los muchachos.
Tampoco estuve en los camerinos para escuchar la charla que les dio el técnico uruguayo a los muchachos, pero lo cierto es que el “Chepo” seguramente arengó tanto a los mexicanos que salieron en la segunda mitad a comerse a la selecta y a buscar el gol de la ventaja que les diera mayor tranquilidad. No estoy de acuerdo en muchas crónicas que he leído en las que dicen que el factor físico le pasó factura a la selecta en ese primer gol, pues los jugadores venían del descanso, y como suele suceder en muchos encuentros de la selecta, un primer gol en contra casi siempre destruye nuestro esquema, la moral del jugador salvadoreño se viene al suelo y en ese momento comienza a pensar que es IMPOSIBLE darle la vuelta al encuentro, sobre todo si enfrente tiene a una selección mexicana a la que únicamente podemos hacerle daño cuando jugamos en El Salvador.
Fueron 6 minutos macabros, la defensa fue un agujero por el que pasó el que quiso y si no cayeron más goles fueron gracias a Montes que salvó varias cantadas y al desacierto de los jugadores mexicanos, sino creo que la goleada sería mucho mayor de lo que ya fue. Me cuesta entender que sigamos jugando con un solo delantero, que sigamos sin entender que la mejor apuesta para defenderte es tener el balón entre los pies y atacar lo más que se pueda, nuestros jugadores no serán los mejores dotados físicamente pero dentro de esas mismas limitaciones existe un factor técnico con el que si contamos, pero no le sacamos el mayor provecho, tenemos muy buenos jugadores con una gran capacidad técnica, pero la actitud ganadora, ese factor psicológico que tanta falta nos hace, sigue quedando fuera de toda preparación futbolística, si el jugador no se cree que puede ganar, nunca pasaremos del mismo sitio, seguiremos siendo goleados por cualquier rival que se nos ponga enfrente y siendo siempre la víctima, el equipo pequeño, que nunca crecerá, seguiremos siendo siempre el trampolín para que otros equipos mejoren su fútbol, como ya lo han hecho Costa Rica y Honduras.
Por ahora, creo que hubo mucha mano del técnico en este equipo, pero falta esa motivación extra y esa concentración que se debe tener cuando el marcador es adverso para intentar remontar, hay mucho trabajo por hacer y muchas cosas por mejorar, ojalá que el técnico sepa curar ésta herida y buscar un mejor resultado para el próximo encuentro.
P.D.: Duele mucho ver perder a la Selecta de esta forma, pero también da rabia ver a Javier Hernández inflarse el pecho al cobrar un penal de esa forma, una total humillación, esto no vale cuando ya ganas un encuentro 4 a 0, para mí una total vergüenza y una falta de respeto a su rival, pero sus razones tendrá el bueno del “Chícharo” para haber cobrado su penal así.