La Liga terminó, el Barcelona fue campeón por 3a vez consecutiva, el Madrid terminó 2°, un segundo lugar que seguro escoce y mucho, sobre todo porque a pesar de la superioridad goleadora que el Madrid cosechó al finalizar el torneo en los encuentros cara a cara con el Barca no fue capaz de plantarle cara y la única vez que intentó hacerlo se comió 5, jugando al gato y al ratón le ganó la Copa del Rey y al intentar igualar la táctica empleada en este partido se terminó quedando fuera de la Champions League, el balance de estos 5 clásicos que se disputaron esta temporada es de 1 victoria, 2 empates y 2 derrotas, de las cuales ganó el trofeo “menos” importante y dejó en el camino el más deseado, la décima Champions League.
Pero lejos de todo esto, el Madrid dejó muy en claro que para vencer a este Barcelona no puede salir a jugarle de igual a igual, aunque hombre por hombre y por nombres, éste Madrid está uno o dos peldaños arriba del Barca, más no en fútbol; tener en tu equipo a jugadores de la talla de Kaká, Benzemá, Higuaín, Casillas, Ramos, Albiol, Özil, Adebayor, Carvalho, Cristiano, Alonso, Pepe, en verdad alguien me va a venir a decir que estoy loco, pero es que estos son buenísimos jugadores y a lo largo de su carrera lo han demostrado, claro que la base del Barca ha ganado ya los 6 títulos en una temporada, 2 champions, un Mundial, una Euro… pero si algo tiene este Madrid, o al menos lo tuvo esta temporada, fue una plantilla amplia, profunda, con muchísima calidad y con muy buenos jugadores, pero qué pasó?
Cuando llegó Mourinho, creo que todo el Barcelonismo se atrevió a pensar que el Madrid pudiera por fin levantar cabeza y derrotarle, Mourinho ha tenido la fórmula, con el Chelsea, con el Inter… y qué decir, el portugués es la antítesis del Barca y el antídoto para que los blancos plantaran cara al Barca, al menos todos lo creímos, no hace falta ver los números de Mourinho contra el Barca como para saber o comenzar a temblar antes del primer encuentro entre ambos equipos.
El partido de ida, fue una total sorpresa para todo el mundo del fútbol, el portugués se llevó quizá, la peor derrota que pudo haber sufrido contra un equipo, y se la propinó el mismísimo Barca que tanto ha criticado en los últimos años, con un baile insuperable que solo en playstation quizá podría ser capaz de reproducirse, el fútbol es a veces cruel, pero creo que con el portugués fue justo por todo lo que habló antes de ese encuentro.
La segunda parte de la temporada nos deparaba una locura, 4 clásicos en menos de 20 días, 2 de champions, una final de copa y el clásico de liga, éste último fue mucho ruido y nada de fútbol, un empate solamente para medir fuerzas y tantear el terreno al que llegarían. La final de Copa, fue el Madrid quien tuvo las mejores opciones para llevarse por delante al Barca en la primera mitad, Mourinho supo atar al Barca, lo presionó en la salida, los laterales no podían salir, el mediocampo era un campo de batalla donde Pepe fue el soldado que llevó la bandera de la destrucción y logró matar el fútbol del Barca, Cristiano y Di María, eran un peligro constante por las bandas, el Madrid daba la cara. La segunda mitad, fue un giro de 360°, el Madrid renunció al ataque, le cedió el balón al Barca y de no ser por Casillas, nuevamente el Madrid pudo llevarse otra goleada de escándalo, pero el alargue fue decisorio, nuevamente Mourinho cambió por 3a vez su estrategia en el encuentro, se la jugó al descaro del contragolpe, su mejor arma, esa que le ha dado grandes resultados cuando dirigió al Chelsea y al Inter, ahora el Madrid ganó la Copa con esa letal arma, Di María le puso un bombón a Cristiano y este de cabeza puso la cereza del pastel y ganaron ese trofeo. El Madrid volvía a levantar una copa, el miedo y la incertidumbre se cebó con el Barca y todos los seguidores. El Madrid había logrado vencerle, con más meritos de lucha que de fútbol, pero el marcador dictó sentencia.
La Champions, el trofeo más codiciado, quería que caprichosamente estos 2 colosos se enfrentaran nuevamente, la ida en Madrid fue luchada, con un Madrid jugando nuevamente al contragolpe, con la diferencia que ahora lo hizo con un planteamiento más descarado pero similar al que les permitió quedarse con la Copa, renunció al fútbol, renunció a atacar a su rival en su mismísimo estadio, renunció a buscar el resultado a sabiendas que intentar matarle en el Camp Nou más que valentía era un suicidio, Mourinho optó por el empate en casa, y sus jugadores fue lo que buscaron, empatar a cero goles en la ida de Champions en el Bernabeu, el antifutbol del portugués casi da resultado, pero la mala pata del otro portugués Pepe, dejó maltrecho el esquema de Mou, y el Madrid se vino abajo, creció Messi y se sacó una joyita del sombrero, un doblete que prácticamente estaba sentenciando la eliminatoria para el Madrid. Lloriqueos y lamentos aparte, Mourinho dejó claro que los fundamentos que intentó contra el Barca no fueron los adecuados ni los idóneos sobre todo con el tipo de jugadores con los que contó, Cristiano fue el primero en quejarse, no solo por su afinidad con el portugués al denunciar la expulsión de sus compatriotas, sino por el estilo de juego al que se le había condenado.
La vuelta fue más de lo mismo, un Madrid decidido a morir atacando, pero que nunca contó con el balón ni con las llegadas para intentar siquiera poner en aprietos la clasificación del Barca sino que incluso tuvo que remar contra corriente para empatar el encuentro que ya se encontraba perdiendo. Al final fue un empate que clasificó al Barca para jugar la final en Wembley y dejó al madridismo muy tocado.
Los métodos del portugués no surtieron su efecto esta temporada, salvo sus quejas y lloriqueos, que le han dado la vuelta al planeta, en el ámbito futbolístico, el Madrid da para más, pero hoy por hoy, se quedaron cortos, sin argumentos sólidos para intentar derrotar al que en la actualidad es considerado el mejor equipo de fútbol del planeta.
Hasta la próxima temporada, a esperar lo que nos depara.