El Barca tuvo una prueba de fuego ante un rival que siempre se le atasca y le pone las cosas muy difíciles sobre todo cuando de visitar la Catedral de San Mamés se trata, sin Messi por lesión, el partido fue mucho o más difícil de lo previsto, tanto por la lluvia que caía y que hacía mucho más pesada la cancha como por el empuje de la gente y la dureza de los jugadores bilbaínos.
El Barca se vió incómodo en la cancha durante casi toda la primera mitad a pesar de contar con el manejo del balón y con numerosas ocasiones falladas por sus delanteros, las cuales de haber sido concretadas estaríamos hablando de una goleada más añadida a la cuenta, pero no andaban finos, la lucha en el mediocampo era intensa, hasta que el primer tiempo terminó con una expulsión para el Athletic y empate a cero en el marcador.
Se antojaba que el Barca se iría al ataque recién iniciada la segunda mitad y así fue, contó con nuevas más ocasiones para abrir el marcador, pero nuevamente Iniesta, Villa y Pedro tuvieron la chance de marcar pero no fue hasta que apareció Keita tras una pared con Villa que remató sutilmente con 3 dedos para mandar el balón a guardar y lograr por fin abrir el marcador. El Barca siguió intentando y ahora le llegó el turno a Xavi que remató desde fuera de área, el balón se desvió en un defensa y se metió en la portería para poner el marcador 2 a 0, se antojaba que vendria un diluvio de goles pero Villa salió expulsado por agresión y entonces el Bilbao comenzó a creer en la remontada, logró el descuento casi rozando el minuto 90 y tuvo posibilidades de empatar pero en un contragolpe Busquets marcó el definitivo 1 a 3 con que el Barca logró una importantísima victoria ante un rival de cuidado.
Por suerte Leo Messi ya está a punto de regresar al equipo titular, tal vez no sea en Champions ante el difícil Rubin Kazán, pero por lo menos estará presente la proxima jornada de Liga, siempre y cuando su tobillo siga por mejorando.