Los leones indomables de Camerún se vieron sorprendidos ante una ordenada selección japonesa, que dicho sea de paso alineó un once capaz de mantener maniatados a los jugadores de una invisble selección africana.
Para el cuadro de Samuel Eto’o supone un severo contratiempo para lograr en su continente la clasificación para los octavos de final en un grupo en el que Holanda aparece como el serio dominador, tras haber derrotado con autoridad a Dinamarca por 2-0.
El tanto de Honda llegó gracias a un centro aéreo, precisamente en el tipo de juego en la que menos fuerte es la selección japonesa, pero el jugador del CSKA de Moscú se encontró con el centro de su compañero Matsui, el mejor del equipo, y con tiempo suficiente incluso para colocárselo y batir a Souleymanou.
El miedo no achicó a los leones, que siguieron buscando el empate. Lo tuvo en sus botas Webo en el tiempo de descuento, cuando remató un buen centro desde la derecha de Geremi; una buena estirada de Kawashima evitó el tanto a escasos centímetros de la raya de gol.
Camerún ve peligrar sus opciones.