Alemania hizo buenos los pronósticos y se encargó de darle un duro y tal vez inmerecido castigo a una motivadísima y luchadora Australia, que poco pudo hacer para mantener a raya a la gran maquinaria que impuso el conjunto alemán en la cancha, que rápidamente consiguió ponerse en ventaja sin encontrar respuesta en su adversario.
Ha sido sin duda la única selección -hasta este partido- que ha jugado como se debe, con orden y eficacia ofensiva, en ningún tramo del partido se vio conforme con la ventaja sino que siguió buscando más goles hasta que el tiempo por fin se agotó.
Condicionada con la expulsión -rigorista- de Tim Cahill, que más allá de éste partido le complica en totalidad la existencia a la selección oceánica, la selección alemana fue mejor en casi todo el trámite del encuentro y la pone a luz pública como una seria candidata para llegar a la final, al margen que el resto de selecciones que ya han debutado hayan disputado encuentro con selecciones de igual o menor orden.
Alemania impone condiciones en éste Mundial
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