Queda claro, el Real Madrid no será el otro equipo del triplete, al menos no en ésta temporada, pues ya dieron el primer paso para su consecución, pero a la inversa, el de la triple eliminación.
Queda claro también que juntar a 11 jugadores que se presume son la crema y nata del fútbol mundial no siempre resultará en los éxitos deportivos que se esperan, pero si en marketing, venta de camisetas y contratos publicitarios, que es lo que más se vive en éste equipo.
Que si existe una Cristiano dependencia, la verdad es que si, -por mucho que lo nieguen- porque los resultados que han obtenido en las demás competiciones son nada más un espejismo para quien se supone debería ser un equipo que arrase a sus rivales con buen juego colectivo y explosividad ofensiva, algo que, tomando como punto de partida los encuentros del Madrid sin Cristiano Ronaldo, es obvio que solo el portugués es capaz de ofrecer.
Una plantilla cuyo salario es excesivamente millonario no ha sido capaz de darle vuelta a un marcador abultado encajado en la ida, ante un equipo que los medios calificaron de inferior por el hecho de jugar en la tercera división o 2a B, pero que en conjunto mostraron tener el alma y los deseos de demostrar que en el fútbol el dinero no compra el buen juego
Lo peor de todo para éste Madrid es que en ningún momento del partido hubo indicio alguno que pudieran remontar, excepto en los inicios de cada tiempo donde inquietaron el marco rival y en el gol conseguido por Van der Vaart, eso si en el minuto 81.
Una eliminación más de la competencia para el equipo merengue, que ve como su ansiado triplete se le va de las manos y de a poco, se va quedando en la calle de la amargura. Ahora se habla del doblete que es “más importante” que la Copa del Rey, pero simplemente, sin uno no hay tres, y para emular lo que consiguió el Barcelona, al menos en este momento están a una temporada de poder conseguirlo
