Y qué forma de ganar la que tuvo, no fue ante un equipo ubicado en las ultimas posiciones, fue nada más que ante los diablos rojos del Manchester United, en un encuentro que marcaba la continuidad o no de Rafa Benítez, duramente criticado por los malos resultados obtenidos en las ultimas jornadas.
Los reds controlaron casi todo el desarrollo del encuentro marcado por las protestas de los seguidores que lanzaron balones de playa, debido al gol ilegal con el que el Liverpool perdió el fin de semana anterior.
El Liverpool salió con la idea de quedarse con los 3 puntos y reencontrarse con la victoria, pero no fue hasta el minuto 65 que el niño Torres marcó el primero, luego de un pase milimétrico de Benayoun.
El United insistió y Ferguson puso toda la artillería, incluso a Owen, ex-jugador del Liverpool, que se ganó la rechifla y la reprobación de todo el Anfield, pero no lo consiguió a punto estuvo en los minutos finales por intermedio de Valencia pero su remate estremeció el larguero defendido por Pepe Reina.
En un desesperado avance del Manchester United el Liverpool encontró el segundo, tras un error en la entrega, la recuperó la defensa y la puso en bandeja para que el atacante David Ngog decretara el definitivo 2 a 0.
El Liverpool se acordó de ganar.
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