Si, eso fue lo que sucedió, el Barcelona enfrentó al Rubin Kazan, revelación de la Champions League en su primera participación, se llevó un botín que aparte de inmerecido, hizo justicia al más puro “catenaccio italiano” al aprovechar dos sendos errores del equipo catalán y sacar el máximo de provecho al concretar las unicas dos ocasiones más claras y peligrosas durante los 90 minutos.
Pep y Yaya habían avisado con anticipación lo complicado que era jugar ante equipos rusos, pero parece ser que se quedó en eso, pues alguien del cuerpo técnico no hizo los deberes y no se preparó para evitar un cerrojo tan duro de abrir y no tener una tan sola respuesta con los jugadores que puso de entrada en la cancha.
Nuevamente se vio un equipo entusiasmado con buscar el partido y el resultado, y no habia corrido el primer minuto cuando la primera ocasión para el equipo local llegó, pero no pudo finalizarla Iniesta.
De esa misma jugada salió el despeje del portero y Márquez no pudo quedarse con el balón y la dejó servida para que el delantero ruso Ryantsev sacara un misil de su pierna derecha y se clavara en el marco defendido por Valdes, la primera de la noche y a cobrar.
El Barca pecó de paciente y de relajación, y le costó engranar y llegar con peligro, entre toque y toque intentaban abrir al equipo ruso pero el cerrojo estaba bien plantado.
Iniciada la segunda mitad fue Xavi quien asistió a Ibra, que la pechó en el área y con un derechazo cruzado logró batir por fin al meta ruso; el alivió y la sensación que algo mejor vendría se respiraba, pero el cerrojo apretó más las tuercas y el Barca siguió estrellándose una y otra vez por el mismo sitio.
Abrir la cancha era primordial, pero la necedad de los mediocampistas y los delanteros era evidente, entrar con balón dominado y driblar cuantos rivales se pusieran enfrente, lo intentó Iniesta, Xavi, Touré, Messi, Pedro, pero todos corrieron igual suerte.
Nuevo balón perdido y la contra del equipo ruso, la agarró el “Chori” Dominguez y sirvió un balón de oro para el turco Karadeniz que se abrió paso entre Piqué y Márquez (sigo pensando que Márquez no cubrió muy bien al delantero y pudo haber hecho algo más) y enfiló hacia el marco y con un potente derechazo puso el 2 a 1 en el marcador, era el minuto 73.
Los centros aparecieron pero nadie pudo rematar, y los pocos remates se estrellaban en los defensas o no encontraban receptor. A punto estuvo Ibra, pero su remate se estrelló en el larguero, y ya en el descuento Touré estrelló su cabezazo en el palo izquiero del arquero.
Al final la derrota cayó como balde de agua, inesperada como tal, y con la nota negra de la lesión de Dani Alves que tiene para tres semanas y padece una rotura del recto anterior de la pierna derecha. El sustituto debería ser Puyol.
El proximo partido es ante el mismo rival pero en Rusia, luego la visita del Inter y cierra visitanto al Dynamo de Kiev que empató a 2 con el Inter.
La meta es ganar los 9 puntos de los 9 que entran en juego.