El Barcelona sufrió este sábado un freno en seco, por parte del Valencia, un rival con el que con los años se ha convertido en uno de los grandes clásicos del futbol español.
Gran parte de los medios futbolísticos pronosticaban una derrota para el cuadro catalán, y pudieron haber estado en lo cierto, al menos en la primera mitad, donde el equipo naranjero tuvo hasta 4 ocasiones para irse arriba en el marcador.
No estuvo Villa, pero si estuvo Mata, David Silva y compañía, y juntos hicieron que Puyol, Abidal, y toda la defensa y el mediocampo barcelonista perdiera tantos balones y de ahi surgieran las contras mas peligrosas para el cuadro local.
El virus FIFA se hizo sentir, Messi no fue ni la sombra de encuentros anteriores, desenchufado y perdido en la zona media y en algunas ocasiones adelante, parecía estar en otro partido, no encontró asociación ni con Xavi, Iniesta, ni con Alves, su mayor proveedor de balones por la banda derecha.
Finalizó la primera mitad y para el segundo tiempo el equipo catalán pareció encontrar más el balón, fue más ofensivo y le dio al Valencia lo que éste le ofreció en el primero, le cortó la salida y ahogó toda posibilidad de control del balón, pero aún así, las malas entregas propiciaban los embates valencianistas que a punto estuvieron de acabar en gol.
A 10 minutos de finalizar el encuentro ambos técnicos firmaron el empate, al hacer cambios para reforzar la defensa y la media cancha, ninguno apostó por la victoria que pareció estar firmada desde el final del primer tiempo.
Empate y un punto, que sitúan al Barcelona en lo alto de la tabla, aunque sea por un puntito.