En lo personal me queda la sensación que se pudo haber hecho algo más que resignarse a traerse una derrota en la bolsa, ya que durante 45 minutos el profe De Los Cobos se dio cuenta que el equipo salvadoreño no levantaba una, corría tras la pelota al pasar los minutos y las pocas recuperaciones de balón terminaban o en pases malos o estrellados en la defensa hondureña.
Falta un centrodelantero capaz de aprovechar los balones perdidos, un mal rechazo de los defensas o lo que se traduce a un error defensivo, alguien que presione la salida de los defensores, y que tenga la suficiente capacidad física y mental para desequilibrar a un adversario que le dobla en estatura y en fuerza en la lucha cuerpo a cuerpo.
Los jugadores de la Selecta, denotaron cansancio, falta de hambre, y sobre todo motivación, si bien no era México a quien enfrentaron pero de por medio se entendía que la victoria ante los mexicanos no serviría de nada si no se lograba sacar aunque sea un punto en la visita a Honduras, lo cual no sucedió, porque ante la pasmosa marca de los salvadoreños, que hoy; y pido disculpas sobre todo; pero no demostraron querer clasificar al Mundial, pareciera que se quedaron con la famosa frase “al mundial no vamos pero a Mexico le ganamos”. Esto no debe repetirse más, se ganó y jugando bien, pero eso era otra historia, si para demostrar un repunte en lo futbolístico era necesarísimo haber ganado puntos jugando fuera de casa.
Hay jugadores que no deben vestir la azul y blanco, se supone que los que están en la banca deberían responder ante la ausencia de los titulares, y lo que implica que deberían tener un mayor rendimiento en lo táctico, en lo colectivo pero sobre todo marcar las diferencias en lo individual, nada de eso, los que suplieron a los sancionados, no respondieron a las expectativas.
Hay que arriesgar más. De Los Cobos, se equivocó en el planteamiento del partido, si bien por tramos se vio un poco de entrega de los jugadores, pero hay que ser realistas, Honduras ganó jugando a medio gas, sin tener que emplearse a fondo, manejando los ritmos del partido, moviendo la pelota de un lado a otro… en fin, ésta Selecta ante Honduras me dejó mucho que reprocharles. Si se va perdiendo apenas, por un gol, y ves que a los 10 minutos de comenzada la segunda mitad las cosas no cambian, es necesario hacer un ajuste al equipo, De los Cobos espero casi 30 minutos en hacer los cambios, y si es cierto a William Reyes se le vieron pinceladas, pero el muchacho necesita más tiempo en la cancha, desde el inicio del segundo era el momento, no lo hizo, quien sabe por qué.
Como conclusión hay que pedirle a las demás selecciones que se coloquen una camisa mexicana encima de la propia o pedirle a los comentaristas y diarios locales que comiencen a calentar los partidos hablando mal de nosotros, para que entonces, si se maten en la cancha como lo hicieron contra México.
Esto es lo que me quedó en mi retina, porque hay con qué jugar bien y ganar bien, sea de local o de visita, pero es nuestra media, un partido como grandes y el otro como lo que los demás “grandes” nos hacen sentir… “inferiores”.